El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, recibió a los directivos de las compañías para tratar de diseñar un plan y moderar el incremento de la nafta y del gasoil. El Gobierno podría hacer una reducción de algunos impuestos.
Aunque la reunión se realizó bajo total hermetismo, trascendió que el objetivo del Gobierno sería contener las nuevas alzas, por lo menos unos meses hasta que se vislumbre una desaceleración en los precios.
El pedido se planteó con la promesa de que las compañías podrán recuperar en los próximos seis meses el terreno que puedan haber perdido por frenar esas subas. En respuesta, los referentes de las petroleras manifestaron su preocupación por el alza de costos que afrontarán en el nuevo contexto.
Según las esgrimen las empresas, el 80% del costo de los combustibles está atado al precio del petróleo, que se compra y se vende en pesos, pero a una cotización atada al dólar. En ese sentido, con una devaluación de casi 7% en lo que va del mes, los aumentos se dispararían de inmediato.
Entre las alternativas que se analizan, la que sonaba anoche con más fuerza es la de un posible un recorte impositivo: podrían limitarse el impuesto a los combustibles y al Dióxido de Carbono a cambio de frenar transitoriamente los aumentos.
Las petroleras le expresaron al ministro que estudiarán su pedido y quedaron en responder esta semana. Según trascendió, habrá una nueva reunión este mismo martes.
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