Había nacido en Buenos Aires en 1940. Ejerció el periodismo y la docencia universitaria.
«Ernesto dedicó su vida a la literatura y a la política. Son las cosas por las que vivió y por las que lo acompañé. Esa es la realidad y como quiero que se lo recuerde», afirmó Silvia Landini, su compañera desde 1983, y quien confirmó que murió de un infarto , a los 71 años, en su casa de Barrio Norte.
Lector incansable, «leía hasta las cuatro o cinco de la mañana», contó Landini. Goldar fue discípulo y amigo personal de Arturo Jauretche, de quien supo custodiar y replicar sus ideas en diferentes ámbitos culturales y políticos. «Ernesto tenía ideas que molestaban a las grandes editoriales, por eso conseguía sellos más pequeños para que lo publiquen», relató su compañera. Además de brindar una innumerable cantidad de conferencias sobre el pensamiento nacional, es autor de los poemarios «Feria en San Telmo» «Instinto de conversación» y «En voz desmayada y baja». Fue socio honorario de la Sociedad Argentina de Escritores (SAE) y de la Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina (SADE). Se desempeñó también como asesor cinematográfico y fue jurado del Fondo Nacional de las Artes. Entre su vasta producción literaria y ensayística, Goldar participó de antologías sobre la historia y la sociología de Buenos Aires, entre ellas están: «Poetas argentinos del siglo XXI»; «Legado de poetas», «Poesía social argentina» y «Poesía argentina contemporánea».
Fue autor de varios poemas vinculados al imaginario tanguero. «Hay bares ciudad- que me ocasionan encuentros/ conversados sobre un proyecto de todos/para vivir decentemente,/ hay mesas de tus bares donde los ademanes/ de un poeta hablan a gritos por encima de mi risa,/esta risa mía destemplada para que no se oiga,/para que no se piense en los inexpugnables veredictos/que destruyen los minutos de unas manos felices con las mías», reza su poema «Pronóstico del tiempo».
Publicó más de veinte libros. Entre ellos se destacan «El peronismo en la literatura argentina»; «La mala vida»; «Jauretche»; «Proceso a Roberto Arlt»; «Buenos Aires: vida cotidiana en la década del ’50»; «John William Cooke y el peronismo revolucionario»; «Los argentinos y la guerra civil española»; «La clase media en el ’83»; «¿Qué hacer con Perón muerto?», y tres poemarios: «Feria en San Telmo»; «Instinto de conversación», y «En voz desmayada y baja».
Sus restos serán velados en Lavalleja 1556, entre Honduras y Gascón, en la Ciudad de Buenos Aires.
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