Mostrar el país a través de sus libros
Osvaldo Bayer, Noé Jitrik, Mempo Giardinelli, Martín Kohan, Eduardo Sacheri, María Rosa Lojo y Mariana Enriquez, entre otros, participarán de charlas en la Feria. En el stand argentino se exhibirán los libros traducidos por el Programa Sur.
Una ciudad alemana, enclavada a orillas del río Meno, se convierte por obra y gracia de los libros en la vidriera mundial de la industria editorial. Frankfurt, «la» Feria con mayúsculas, es un clásico del mes de octubre. No se tira la casa por la ventana para retirarse con un volumen de recuerdos administrados en un rosario de anécdotas. La Argentina fue el país invitado de honor el año pasado. Luego de cinco intensas jornadas, se despidió con una catarata de elogios de la prensa alemana. Aunque ahora mismo los islandeses ultiman los detalles de su participación estelar, una delegación de escritores argentinos viajará una vez más a Frankfurt. Osvaldo Bayer, Noé Jitrik, Leopoldo Brizuela, Hebe Uhart, Hugo Mujica, Mempo Giardinelli, Martín Kohan, Eduardo Sacheri, María Rosa Lojo, Mariana Enriquez y Juan Diego Incardona se preparan para transitar la apabullante Buchmesse –que comenzará el próximo martes–, un área equivalente a catorce campos de fútbol, repartidos en edificios high tech que suman 184 mil metros cuadrados, con cerca de 7500 expositores de más de cien países.
Magdalena Faillace, directora de Asuntos Culturales de la Cancillería, vuelve al ruedo. Conoce el paño y capitalizó la experiencia de la participación argentina como invitada de honor en la Feria del Libro de Frankfurt, que va por la 63ª edición. En ese espacio por antonomasia de los negocios, la Argentina contará con un stand de 120 metros cuadrados. Allí se exhibirán los libros traducidos por el Programa Sur, creado en 2009 con el fin de promover el pensamiento y las letras argentinas mediante subsidios a la traducción de obras de autores nacionales, publicadas en castellano, a cualquier idioma requerido por las editoriales extranjeras. Este caballito de batalla, elogiado por Juergen Boos, el presidente de la Buchmesse, continúa en pie de guerra. «Al Programa Sur lo convertimos en política de Estado; tiene un presupuesto asignado todos los años. Lo ideal sería que quedara por ley. Esta es la apuesta de máxima», admite Faillace a Página/12.
Conviene repasar el saldo que arrojó este programa, «el más importante en cantidad de subsidios en toda América latina», según ponderó Boos. Hasta el 2010 se tradujeron 291 obras a 32 idiomas, publicadas en 37 países, con un presupuesto aproximado de 800 mil dólares. Este año se recibieron cien nuevas solicitudes de subsidios y ya se aprobaron más de 70 obras, que se traducirán a 17 idiomas. Una saludable mezcolanza de clásicos y contemporáneos se percibe no bien se repasa el listado de los autores: Jorge Luis Borges, Rodolfo Walsh, Leopoldo Lugones, Julio Cortázar, Norah Lange, Leopoldo Marechal, Olga Orozco, Ricardo Piglia, Sylvia Iparraguirre, César Aira, Liliana Heker, Martín Kohan y Leonardo Avalos Blacha, entre otros. El presupuesto asignado al Programa Sur durante este año fue de 480 mil dólares; el monto máximo de subsidio por obra traducida es 3200 dólares.
En el stand argentino en Frankfurt, además de los libros, habrá una agenda de actividades que incluyen homenajes y charlas. Entre otros, se destacan «Tres grandes ausencias: María Elena Walsh, David Viñas y León Rozitchner», a cargo de Leopoldo Brizuela, Martín Kohan y Noé Jitrik; un tributo a Ernesto Sabato, con María Rosa Lojo, Hugo Mujica y Magdalena Faillace; un Sarmiento revisitado, en el bicentenario de su nacimiento, con Jitrik y Mempo Giardinelli; una mesa redonda sobre la razón y la imaginación, con Mujica y Hebe Uhart; otra sobre la Patagonia como protagonista, con Bayer y Brizuela; y una sobre imaginarios urbanos, con Mariana Enriquez y Juan Diego Incardona. También en uno de los espacios de la Feria –el Forum Dialog– se debatirá sobre literatura y memoria, tópico que suele convocar a los alemanes, con Bayer, Incardona y Eduardo Sacheri; habrá un diálogo sobre Borges en el pabellón islandés –el invitado de honor– con Kohan y escritores islandeses; y se presentará el Programa Sur, con Daniel Divinsky.
«Queremos mostrar el país a través de su literatura; desde todos los autores que pudimos traducir y los escritores que llevamos planteamos que la diversidad cultural se refleja en la escritura, sin atender a ningún tipo de discriminación ideológica, salvo la gente que no es democrática y que ha adherido a las dictaduras militares –aclara Faillace–. El Estado tiene que convocar un espectro amplio, donde lo que importa son los valores y los méritos de nuestros escritores.» El rebote de la presencia argentina en Frankfurt 2010 alcanzó a Brasil, que será el país invitado en 2013, después de Nueva Zelanda. «Los brasileños nos pidieron una reunión porque quieren consejos. Que los brasileños pidan consejos a los argentinos sólo ocurre en el mundo de la cultura; no es habitual», ironiza la directora de Asuntos Culturales. Y completa: «Esto va a continuar seguro; hay una inversión fuerte en nuestros escritores y artistas en el exterior», subraya Faillace. Hay más libros argentinos y más autores. Hay vida después de Frankfurt.
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