Los estudiantes secundarios y universitarios anunciaron la ruptura de las negociaciones que llevaban adelante con el gobierno.
Las partes abordaron el miércoles, durante más de cuatro horas, la discusión sobre la gratuidad que estudiantes y docentes reclaman para la enseñanza, la más controvertida de las reformas al sistema educativo del país que ambos sectores vienen reclamando.
Camila Vallejo, vocera de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) que representa a los estudiantes universitarios, afirmó que en la propuesta del gobierno «no hay un cambio de paradigma» y remarcó que «bajo estas condiciones es imposible darle continuidad a esta mesa de diálogo», reportó la agencia de noticias ANSA.
Los representantes de los alumnos universitarios presentaron al gobierno una propuesta para instalar una educación gratuita, basada en análisis de economistas y expertos, pero evaluaron que «no hay una disposición real» del gobierno para «construir un sistema nacional de educación pública, gratuita, de calidad y democrática para todos», dijo Vallejo.
La dirigente sostuvo que el gobierno «se sigue basando en la política de focalización del gasto social, que no está garantizando el derecho universal sino para unos pocos» y descartó que las demandas de los estudiantes sean a «todo o nada».
«Nosotros tenemos objetivos claros y creemos que el Estado, al suscribir un pacto internacional como el Tratado por los Derechos Económicos Sociales y Culturales, se compromete a garantizar la educación gratuita y eso no se está cumpliendo en la propuesta» de las autoridades, añadió.
Vallejo aseguró que el movimiento estudiantil expresó señales de apertura al diálogo, pero luego de cinco meses de movilizaciones, «a esta altura» esperaba «que el gobierno pudiera responder de buena manera» a sus inquietudes.
El ministro de Educación, Felipe Bulnes, quien fue el interlocutor gubernamental de estudiantes y docentes, explicó que la diferencia estaba centrada en la cobertura de la gratuidad.
«Mientras nosotros creemos, como gobierno, en avanzar en la gratuidad para aquellos estudiantes que vengan de las familias más vulnerables, los estudiantes nos están pidiendo gratuidad para el cien por ciento de aquellos que asistan a las universidades estatales», explicó.
El funcionario afirmó que el gobierno no cree que «una política educacional correcta sea darles gratuidad a los ricos» porque «no corresponde que los pobres terminen subsidiando una educación de los ricos», y subrayó que «esto está marcando una diferencia fundamental entre ambas posturas».
Vallejo replicó que «se quiere reducir la gratuidad a sólo cierto sector de la población, a la pobreza estadística, pero subsidiando a las instituciones privadas, a la banca privada y a todo el sistema», y juzgó que «no hay un cambio de paradigma y eso es preocupante».
El quiebre del diálogo con las autoridades había sido anticipado por los alumnos secundarios cuando la reunión llevaba más de tres horas, mientras los representantes de los universitarios y de los docentes seguían conversando con las autoridades.
«Como estudiantes secundarios hoy hemos decidido quebrar la mesa de diálogo porque consideramos que el gobierno se ha mostrado intransigente en su postura», afirmó entonces Alfredo Vielma, vocero de los secundarios.
Por otra parte, Vallejo confirmó que el sábado, en una nueva asamblea, la Confech oficializará la ruptura de las negociaciones con el gobierno y resolverá los pasos a seguir en materia de movilización.
Además, ratificó la marcha convocada para este jueves, que se iniciará en la Plaza Italia, de Santiago, tradicional punto de encuentro de celebraciones políticas y deportivas.
Sin embargo, la Intendencia Metropolitana sólo autorizó la caminata desde el sector occidental de la Alameda, la principal avenida de la capital, hacia el frente de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, unas 10 cuadras al sur de La Moneda, la sede del gobierno.
Ese trayecto fue el que más de 180.000 personas cubrieron el jueves pasado, en una marcha que terminó con una de las represiones policiales más violentas en lo que va de la protesta estudiantil.
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