Con el precio internacional del petróleo en baja y el dólar estable, el Gobierno pretende que las distribuidoras locales recorten al menos un 10% el valor de los combustibles de venta al público.
El objetivo es que los valores de los combustibles premium bajen un 10%, ya que son los que más aumentaron a lo largo del año, con casi un 70%.
«En diciembre corresponde una actualización del impuesto al Carbono. Pero creemos que las petroleras ya alcanzaron el «import-parity» (precio de paridad de importación, contra la que se mide el rendimiento de la producción local) y ahora tienen que bajar los importes en un 10%, al menos en la (nafta) premium», detallaron desde la Rosada, según informó Clarin.
«Las petroleras recurren a importaciones para (la refinación) de premium. Si el precio de las importaciones es el que tienen en cuenta, lo lógico sería que rebajen», caracterizó un funcionario que pidió no ser mencionado.
En el Poder Ejecutivo sostienen que toleraron la suba de la cotización del petróleo internacional, que llegó hasta 85 dólares a comienzos de octubre. Pero que ahora cambió el escenario y el crudo está en descenso en la zona de los US$ 62 por barril en el caso del Brent, la variedad que se considera en el país.
En el Poder Ejecutivo plantearán estos argumentos a las autoridades de YPF, pero también se los pueden llevar a Axion y Shell. De todas formas, la convicción oficial es que YPF tiene un liderazgo de mercado tan significativa que arrastra al resto del mercado.
En las petroleras todavía no hacen comentarios sobre la postura que les planteará el Poder Ejecutivo. Admiten que la paridad de exportación está cerca o alcanzada con los actuales niveles de precios en las naftas súper, por ejemplo. No obstante, observan que no recompusieron sus ingresos al ritmo de la devaluación.
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