«Viene para largo, pero tenemos fortalezas»
La jefa del BCRA señaló que la crisis internacional todavía se encuentra lejos de su finalización. Destacó que la respuesta argentina será cuidar el empleo y el salario y mantener una política de tipo de cambio competitivo, sin sobresaltos.
«Argentina tiene grandes fortalezas para enfrentar la crisis internacional», aseguró ayer la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont. Pero advirtió que la inestabilidad global no es un fenómeno de resolución cercana. «Viene para largo», avisó. La funcionaria disertó ayer en San Juan, donde explicó que «no hay ningún país del mundo que pueda quedar intacto frente a una situación (de crisis) internacional», y luego se explayó sobre los escudos que tiene la Argentina para aguantar a pie firme. Consideró que el país debe focalizarse en la competitividad sistémica –basada en la inversión y la productividad–, y aseguró que «la flotación administrada del tipo de cambio seguirá en los próximos cuatro años».
El pronóstico de que la crisis se encuentra todavía lejos de finalizar coincidió con una nueva jornada difícil en materia bursátil mundial. La calificadora Fitch recortó ayer un peldaño la nota de la deuda italiana, justificando la medida en que el país no cumple con sus planes de ajuste. Lo mismo hizo con España, aunque en este caso el recorte fue de dos escalones. Por su parte, Moody’s degradó la calificación a doce bancos británicos. La decisión de las agencias de rating, más allá del descrédito en el que cayeron por su incapacidad para predecir escenarios adversos, arrastró a las cotizaciones bursátiles a la baja, aunque con márgenes moderados. En el Viejo Continente las pérdidas fueron del orden del 0,5 y el 1 por ciento. Wall Street finalizó con un retroceso de 0,2 por ciento.
«La Argentina está hoy en condiciones de transitar esta época sin costos importantes», dijo Marcó del Pont durante el encuentro que se realizó en el Teatro Municipal de la ciudad de San Juan, con la participación del gobernador José Luis Gioja. La funcionaria rechazó el concepto de «blindaje» para hablar de las fortalezas de la economía argentina. «Recuerden lo mal que nos fue con esa palabra», planteó, ante un teatro repleto de empresarios y profesionales. «Lo que hay que hablar es de cómo viene el mundo y qué pensamos acerca de la crisis internacional y de las fortalezas que tiene la Argentina para enfrentar la crisis», afirmó. Explicó que «Argentina hoy, a diferencia de lo que ocurrió en otras etapas históricas, está en condiciones de afrontarla, como lo estuvo en 2008 y 2009, cuando soportó bien una de las crisis más profundas después de la década del ’30».
La segunda fase de la debacle financiera, con epicentro en Europa, busca ser contrarrestada por los países del Viejo Continente con planes de ajuste fiscal que resultan recesivos, una receta que la Argentina ensayó previamente a la salida de la convertibilidad y que derivó en la peor crisis socioeconómica del país. Para capear el impacto de la primera etapa de la debacle global, el gobierno argentino implementó políticas de estímulo al consumo y de defensa de los puestos de trabajo. «Básicamente tenemos que entender que debemos defender lo que hemos construido en estos últimos ocho años. Hoy tenemos el mercado interno fortalecido y un sistema de distribución del ingreso que lo permite», recordó la titular del Central. «En función de la fortaleza de nuestro mercado interno, está el hecho de que Néstor y Cristina (Kirchner) comprendieron que el salario es uno de los grandes activadores», agregó.
En materia cambiaria, la titular del organismo monetario reiteró que «todo va a seguir igual, porque es la política que nos ha dado resultados para mantener en crecimiento la productividad en consonancia con el aumento del empleo y de la producción». El Central ayer intervino con ventas por más de 150 millones de dólares, que permitieron compensar la demanda privada en el segmento mayorista. El stock de reservas al cierre de la semana se ubicó en 48.230 millones de dólares, mientras que la divisa se negoció al público en 4,24 pesos, un centavo por encima del viernes último. Por su parte, el real, seguido de cerca por su importancia en la relación comercial entre ambos países, avanzó 1,77 unidad por dólar. «Estamos dispuestos a seguir con esta política cambiaria que hace que cuando miramos el mapa de América latina, el nuestro sea el único país que no se primarizó, entre otras cosas, porque tiene un tipo de cambio competitivo», concluyó la presidenta del Central.
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