De Local siempre se le complica. El Pirata volvió a sufrir en el Mario Alberto Kempes. Con un gol de Fuertes, de penal, cayó 1-0. Mal.
arece ser el negocio del momento. El boom del 2011. Una moda gasolera, de esas bien económicas, pero no por ello menos efectivas. La ecuación es sencilla: para qué comprar si se puede alquilar. Si se puede ganar más arriesgando y gastando menos capital. Todos lo hacen. Es más, Belgrano lo hace. El Pirata es uno de los que mejor utiliza ese pago mínimo de la renta con la que viene logrando excelentes dividendos «alquilando locales» bien lejos de su domicilio.
Pero claro. En casa la cuestión es diferente. Para el Celeste y para casi todos en este Fútbol para Todos (Boca seguramente es la excepción). Es que a los locales se le rompen los esquemas cuando tienen que hacer los deberes en el hogar. La jermu les explota el poco crédito que tienen en sus tarjetas. Vaya a saber qué les pasa.
Pero la gran mayoría sufre del «virus visitante». De ese germen que viene enfermando a muchos y muy especialmente a Belgrano. Es que la B es uno de los peores del grado en lo que hace a su localía. Tiene el segundo registro más precario en esa condición, donde apenas obtuvo cinco puntos de 18 posibles, sólo dos más que el más flojito de todos jugando en casa: All Boys (cosechó tres unidades en Floresta). Sí, el Pirata volvió a defeccionar en el Kempes. Cayó 1-0 con el Sabalero con gol de penal del Bichi Fuertes y desperdició la enorme chance de quedar como único escolta del líder Boca. ¿Porqué perdió el Celeste? Futbolísticamente se podría caer en el «y, claro, le faltó Vázquez». Y mal no estaría el análisis porque la ausencia del Mudo claramente fue perjudicial para los de Zielinski. Pero… la realidad es que ni con el 10 la cosa ha funcionado bien en la Docta para un Pirata que acá ganó una sola vez (2-0 a Independiente el 11 de septiembre), empató dos (1-1 con Olimpo y 0-0 con Lanús) y perdió tres (además de anoche, 2-3 con Newell´s y 1-2 con Argentinos).
Y eso que venía de empatarle a Boca en la mismísima Bombonera Belgrano. Y eso que llegaba con el pecho inflado por haber bajado a Tigre, en Victoria, un rival más que directo en la lucha por la permanencia, algo que lo había dejado a sólo cinco unidades de las 25 que el Ruso pautó como objetivo a cumplir antes de fin de año.
Pero no hay caso, ni con todo ese viento a favor pudo torcer la historia jugando ante su gente. ¿Se evaluará el regreso a Alberdi? No suena descabellado si se tiene en cuenta que Zielinski nunca quiso moverse del Gigante.
En definitiva, jugar en casa viene ocasionándole grandes dolores de cabeza a Belgrano. O, mejor dicho dolores Fuertes, gracias al gol del delantero de Colón.
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