La primera mujer
BRASILIA – La economista Dilma Rousseff, de 63 años, asume este sábado la Presidencia de Brasil, luego de una vida en la que pasó de la lucha guerrillera en su juventud a la administración del Estado a la sombra de su mentor político, el carismático Luiz Inácio Lula da Silva.
Dilma Vana Rousseff se impuso en segunda vuelta en las elecciones nacionales brasileñas de octubre con 56 por ciento de los votos, gracias al impulso de Lula, para quien actuó como jefa del Gabinete Ministerial (2005-2010).
La primera mujer en alcanzar la presidencia del gigante sudamericano destacó que su elección «demuestra el grado de madurez de la democracia brasileña», en su pronunciamiento durante la oficialización de su victoria ante el Tribunal Superior Electoral.
Sin precedentes
Esta elección «rompe con los preconceptos, desafía los límites y llena de esperanza a un pueblo sufrido y también de orgullo a las mujeres», destacó con una amplia sonrisa.
Su eficiencia en la administración y su capacidad política llevaron a que Lula la considerara la mejor opción del Partido de los Trabajadores (PT) para disputar las elecciones que elegirían a su sucesor.
Sin experiencia en campañas electorales, Rousseff comenzó a posicionarse como firme candidata a la presidencia a partir de mayo; hasta entonces estaba segunda en las encuestas.
De poco carisma, tiene sin embargo un temperamento explosivo, lo que le valió el apodo de «Dama de Hierro» de la política brasileña.
La sombra de Lula
Llega al gobierno a la sombra del popular Lula, que tiene 87 por ciento de aprobación a su gestión. Sin embargo, los brasileños observan con optimismo el próximo gobierno, y según una encuesta de la consultora Datafolha 73 por ciento espera que la administración de Rousseff sea «buena» o «excelente».
Nacida el 14 diciembre de 1947, Dilma tiene una hija, Paula, y un nieto, Gabriel, que nació a principios de septiembre y logró que interrumpiera por unos días su apretada agenda de campaña.
Se divorció del padre de Paula, Carlos de Araújo, después de 30 años de un matrimonio que había sobrevivido a las dificultades impuestas por la prisión de ambos durante la dictadura militar (1964-1985).
Dilma guerrillera
En su juventud Rousseff integró dos organizaciones armadas clandestinas de oposición a la dictadura, el Comando de Liberación Nacional (Colina) y la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares (VAR Palmares). Su grado de participación en acciones armadas es aún motivo de polémica.
En 1970, durante su época de guerrillera, fue arrestada en Sao Paulo, y durante los dos años de detención fue torturada para que revelara nombres de otros militantes.
A inicios de los años 80, participó de la refundación del Partido Laborista Brasileño (PDT, del legendario caudillo Leonel Brizola), aunque en 1986 lo abandonó y se sumó al PT de Lula.
En 2001 el PT elaboró propuestas para las elecciones de 2002 en las que Lula participaba por tercera vez como candidato, y ella integró el equipo que estudiaba específicamente medidas para el sector energético.
El impulso de Lula
«Apareció una compañera con un computadorcito en las manos. Comenzamos a discutir y percibí que había algo diferente con ella. Entonces pensé: ‘Creo que ya encontré a mi ministra de Energía», recordó más tarde Lula.
Electo presidente, Lula sorprendió al nombrar a Rousseff en la secretaría responsable de reorganizar el sector eléctrico y modernizar el segmento de petróleo.
El escándalo que en 2005 pulverizó la dirigencia del PT, ante las denuncias por pago de apoyos en el Congreso mediante una contabilidad clandestina, impulsó a Rousseff al primer plano del gobierno, cuando Lula decidió hacerla jefa del Gabinete.
Los primeros rumores sobre su candidatura presidencial surgieron en 2007, cuando Lula empezó a viajar con ella por todo el país.
En 2009 le fue diagnosticado un cáncer en el sistema linfático, pero desde su tratamiento en septiembre del mismo año los médicos la consideran completamente curada.
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