La sequía ya es tan fuerte como la de 2008, cuando la Argentina perdió 35,4 millones de toneladas de granos.
Según especialistas y productores la sequía que afecta a los cultivos de maíz y soja en la pampa húmeda ya es casi tan dura como la del ciclo agrícola 2008/2009.
En la campaña 2008/2009 la Argentina perdió 35,4 millones de toneladas de granos. La cosecha cayó de 96,9 millones de toneladas del ciclo anterior a 61,5 millones.
Si bien es prematuro para predecir si el resultado final de la actual campaña será tan malo como el de 2008.
«En un 75 a 80% de la zona núcleo maicera, que incluye las provincias de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa, los cultivos están sufriendo un grave déficit hídrico, que compromete significativamente su rendimiento a la cosecha», señaló la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). En esa macrorregión se hace la mayor parte del maíz, hoy el cultivo más afectado. Hilando más fino, el centro sur cordobés, el sur de Santa Fe y el norte bonaerense se encuentran entre las zonas más golpeadas.
La situación es más crítica para aquellos productores que sembraron en septiembre/octubre y hoy tienen los cultivos con un máximo requerimiento de agua, de 7 a 9 milímetros por día, porque están en plena etapa de definición de su rendimiento.
Algunos productores ya están descontando pérdidas en el rinde potencial de más del 20%. Encima, todavía falta implantar un 20% de la superficie proyectada, que en el caso de grano comercial (sin incluir su uso para ganadería) alcanzaría los 3,74 millones de hectáreas. Ayer, en su informe semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que aún restan implantar poco más de 760.000 hectáreas. Sólo en maíz ya se espera un impacto económico de US$ 940 millones.
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