Heber Orona fue el primer argentino en hacer cumbre en el monte Everest (8.848 mts.) por la cara norte (Tibet), sin tubos de oxígeno ni porteadores de altura. Escaló 46 veces el cerro Aconcagua (6.9962 mts.) por cuatro rutas diferentes. El reconocido andinista de 50 años, padre de Agustín de 16, fue criado por sus abuelos en la localidad cordillerana de Polvaredas (Las Heras), lo que le permitió desde muy corta edad, tomar contacto con la montaña y su entorno, y aquellos primeros pasos que comenzaron como hobby, se fueron trasformando en una pasión.
Heber Orona fue el primer andinista argentino en subir el Everest por la cara norte, sin asistencia. Además, tiene 46 cumbres en el Aconcagua.
Es director de Heber Orona Expediciones & Trekking, Guía de Alta Montaña y Trekking, Instructor Nacional de Montaña, miembro del Grupo de Socorro Andino, miembro de la Asociación Mendocina de Guías de Alta Montaña y Trekking, fundador y miembro de IMA (International Mountaineers Association) y socio honorario del Club Andinista Mendoza (CAM).
Orona se convirtió en el primer andinista argentino en haber alcanzado “las siete cumbres” (Everest, 8.848 mts. en Asia), Vinson en Antártida, McKinley en Norteamérica, Elbruz en Europa, las Pirámides de Carstensz en Oceanía, Aconcagua en América (Ruta Normal o Noroeste, Ruta Glaciar de los Polacos, Ruta Pared Sur, Ruta Messner, Ruta Falso Polacos) y Kilimanjaro en África, entre 1999 y 2006.
Su pasión por las montañas
Sus abuelos lo criaron en un pueblo de montaña desde los 3 a los 10 años (Polvaredas), donde empezó su amor y pasión por la montaña. Se fue a la ciudad de Mendoza para continuar sus estudios, pero lo que comenzó como un hobby de volver siempre a Polvaredas a visitar a sus abuelos, se transformó, de a poco, en una pasión.
Realizó cursos varios, se perfeccionó a través de cursos más específicos, como escalada en roca, en hielo junto a Alejandro Randis, quien fue su mentor. En 1996 subió la pared Sur de Aconcagua que, asegura, ayuda a comprender las cosas de otra manera, y en 1998 fue por primera vez a la cordillera de los Himalayas para intentar ascender en Monte Makalú de 8.463 metros. Llegó a los 8.400 metros y tuvo que descender, porque su compañero mexicano se sentía mal, pero eso le ayudó a comprender que ascender una montaña de más de 8 mil metros sin tubos de oxígeno era posible.
En abril de 1999 intentó escalar el Everest en esa modalidad, sin tubos de oxígeno, y el 27 de mayo logró la cumbre por la Cara Norte (Tíbet), convirtiéndose en el primer argentino en subirlo así. Antes de él lo hicieron 2 argentinos, pero por la ruta normal y con tubos de oxígeno.
Después de subir el Everest sin oxígeno, empezó con el proyecto 7 cumbres, que consiste en subir la cumbre más alta de cada continente. Subió casi todos en el año 2000 y tuvo que esperar al 2005 para culminar el proyecto con la última que me quedaba, que era el Monte Vinson en la Antártida, por cuestiones económicas.
Los proyectos para 2021
Respeto a sus proyectos y objetivos para el próximo año, Orona quiere volver a los viajes que realizo dentro y fuera del país. Todos los años va a África para subir el monte Kilimanjaro de 5.895 metros, la montaña más alta de este continente. También ha estado viajando estos últimos años a Rusia, para subir la montaña más alta de Europa, Monte Elbrus de 5.642 metros.
Esperando que todo esto pueda cumplirse, después de las largas cuarentenas, también tiene pensado un viaje con un grupo de más de 20 personas para ir a la base del Monte Everest en abril, que estaba proyectado en principio para abril pasado y tuvimos que suspenderlo un año completo. Es un trekking muy popular a la base de la montaña más alta del planeta, ya con pasajes comprados, esperan llegar bien para esas fechas.
Recomendaciones a tener en cuenta
El andinista recomienda la buena información y buena instrucción. Asegura que es la mejor manera de hacer la actividad de una manera segura. Aquellos quienes desean empezar con sus hijos, siempre es bueno acercarse a instituciones como los Clubes de Montaña. Hoy hay muchas ofertas y demandas de guías bien preparados y formados por una escuela que funciona aquí mismo, en la provincia de Mendoza.
Fuente :Ser Argentino
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