En marzo se disputará en la localidad cordobesa de Tanti el primer partido del mundo de básquetbol para ciegos. Ricardo Jesús Molinari adaptó el reglamento, la pelota y la cancha para los deportistas.
En base al reglamento, la pelota y la cancha que adaptó el deportista bonaerense Ricardo Jesús Molinari, se realizará en marzo el primer encuentro a nivel mundial de básquet para ciegos.
Según se dio a conocer, cada equipo estará integrado por cuatro jugadores (más un guía vidente por bando), la cancha tendrá líneas demarcatorias en relieve y se utilizará una pelota sonora de goma. Vale recordar que Molinari fue el inventor del inédito tablero sonoro para que los no videntes puedan iniciarse en ese deporte.
«Los sueños son el primer paso de las realizaciones. No se puede disfrutar lo que no se conoce ni elegir lo que no se disfruta», le dijo el basquetbolista durante una visita a la ciudad de Rosario.
Fue así que, creativo e ingenioso, inscribió el pasado 23 de noviembre en la Dirección Nacional del Derecho de Autor el reglamento que, junto al aro sonoro de básquet (lo patentó el 26 de octubre de 2009), la pelota sonora y la cancha son únicos en el mundo.
En ese marco, contó que una madrugada del año pasado saltó de su cama en Pergamino y se puso a delinear la cancha para que los ciegos puedan jugar al básquetbol.
De esta forma, la idea se concretará cuando no videntes jueguen, por primera vez, un partido de básquet. Autoridades locales, reconocidos técnicos y jugadores profesionales argentinos presenciarán el acontecimiento.
«El básquetbol me brindó placer, me enseñó a superar dificultades, me dio amigos, me enseñó a esforzarme, a trabajar en equipo y me acercó a lo que es hoy mi principal pasión y ocupación», señaló Molinari, en referencia a su tarea de integrar a los ciegos a un apasionante deporte que hoy tiene su máxima expresión en la Liga Nacional de Básquetbol.
Su pasado deportivo y su visión solidaria lo llevaron a concretar una idea inédita que abre puertas a miles de grandes y chicos que hasta el momento se encontraban apartados de la actividad. «En un principio parecía una tarea utópica, pero que luego se transformó en realidad tras inventar el aro y la pelota sonora».
Molinari dijo que pudo experimentar con éxito qué es lo que siente un jugador ciego al poder jugar básquetbol. «Un chico no vidente que le gusta el básquet me dijo que es una sensación única. Para ellos es un placer inmenso poder tirar la pelota al aro y desplazarse por la cancha en relieve sin peligro de golpearse. La verdad que uno se emociona cuando escucha estos relatos», remarcó.
Asimismo, comentó que previo al partido «a los jugadores se les informa sobre las dimensiones de la cancha y las referencias marcadas en relieve en distintos sectores para su mejor ubicación al tacto, y para que también escuchen los distintos sonidos guías, que saldrán del tablero y la pelota»
En ese sentido, indicó que la cancha mide 15 x 10 metros (la convencional FIBA es de 28 x 15 mts), y que para lanzar al aro los ciegos tienen cinco referencias en relieve en el piso. Al centro, a 45, 90 y 180 grados (del aro). La zona pintada mide 4 x 2 metros (toda en relieve), los triples se convierten desde los 4.50 metros y el aro está ubicado a 2.60 metros (altura de minibasquet).
De esta forma, cuando un jugador ciego convierte, una voz le informa si es un punto simple, doble o triple; quién embocó, cuántos puntos lleva personalmente, y cómo va su equipo en el marcador. A su vez, el perímetro de la cancha «está delimitado por una cuerda elástica para que los ciegos sepan hasta dónde llega el límite del campo de juego», apuntó el deportista.
Al explicar sobre el rol que tendrán los jugadores ´guías videntes´, dijo que «es el único que podrá estar dentro de la cancha todo el partido, por su responsabilidad en el desarrollo del juego».
«Su función es ordenar a sus compañeros, reponer la pelota tras una conversión, pero tiene prohibido lanzar al aro, encestar cortinar y marcar al otro guía vidente del equipo rival», amplió.
«A la gran cantidad de personas ciegas y disminuidos visuales que se inician en este deporte debemos proponerles que descubran el juego, que lo disfruten y que aprendan a jugarlo», expresó el ex basquetbolista, a quien en diciembre último el Círculo de Periodistas Deportivos de Pergamino lo distinguió con el premio ´Integración deportiva´, por su tarea solidaria.
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