En medio de la profunda sequía que azota la zona agrícola del país, los expertos advierten que las precipitaciones podrían llegar recién a mediados de mes, por efecto de la corriente La Niña, que provocó la sequía. En el ambiente del agro crece la preocupación por las pérdidas que esto genera para el sector.
La vista se eleva al cielo, pero ninguna nube deja fomentar la esperanza. La zona agrícola del país sigue sin lluvias, y crece la preocupación en el sector debido a las pérdidas económicas que promete dejar la sequía, producto de los efectos de la corriente «La Niña».
En este marco, los números ya comienzan a dar mal: mientras concluyendo el 2010 las consultoras preveían una cosecha de maíz de 25 millones de toneladas, en las últimas horas la cifra que dió el departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, habló de 20,3 millones de toneladas, cinco menos que lo esperado. «Bajo este escenario, donde varias regiones de importante participación en la cosecha de maíz aún se encuentran en condiciones hídricas poco favorables, es posible proyectar un volumen final de 20.350.000 toneladas para la campaña en curso», citaron en un documento.
Lo cierto es que si bien en provincias como Chaco, San Luis, Corrientes y Córdoba hubo algunas precipitaciones, según el pronóstico, el área más afectada deberá esperar hasta mediados de mes. Los efectos de la sequía, en tanto, podrían persistir hasta marzo.
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