Los especialistas coinciden en que se ha estabilizado la destrucción, y que los indicadores demuestran que la tendencia es que siga bajando.
Las últimas mediciones de la Organización Meteorológica Internacional (OMI) indican que en septiembre de 2011 el agujero de la capa de ozono alcanzó un área máxima en la zona antártica de 24,4 millones de km2, mientras que el máximo se alcanzó el año 2006 (con 28 millones de km2).
Los especialistas coinciden en que se ha estabilizado la destrucción, y que los indicadores demuestran que la tendencia es que siga bajando, aunque el problema no está resuelto del todo, principalmente porque los gases ya emitidos a la atmósfera siguen interactuando y provocando el mismo efecto en la primavera austral.
La previsión es que la destrucción de la capa de ozono retroceda lentamente y que para mediados de siglo, en el año 2050, pueda volver a los niveles alcanzados en los años ochenta.
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