Cuatro personas que vendían por Internet carteras Louis Vuitton falsificadas, fueron procesadas por el juez argentino Ariel Lijo, lo que demuestra que Internet es cada vez más terrenal.
El juez Lijo, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4, dispuso días atrás su procesamiento sin prisión preventiva y embargo por $15.000, luego de haber secuestrado más de 100 productos apócrifos y recibos por envío de mercadería desde el exterior, no solo de la marca Louis Vuitton, sino también de Chanel, Gucci y Pierre Cardin.
El apoderado de la empresa Louis Vuitton Malletier fue quien denunció que en diferentes páginas de internet se comercializaban productos apócrifos de la marca que representa, lo que activó la participación de la división Delitos en Tecnología y Análisis Criminal de la Policía Federal Argentina, en el análisis de páginas web y tareas de inteligencia en diferentes lugares, allanamientos de dos domicilios particulares y un local comercial.
De esta noticia se desprenden diferentes cuestiones a considerar, entre las que se puede mencionar, que Internet ya no es una «zona liberada»; que la acción del damnificado es esencial; y que los organismos públicos están adecuándose a las nuevas circuntancias.
La primera cuestión, que se podría catalogar, como el misterio de Internet sin leyes, está cada vez más perdiendo sustancia, ya que hasta hace poco tiempo estas personas podían con hechos argumentar que no había posibilidades de que los persigan por sus acciones delictivas canalizadas a través de Internet. Tan es así que es común oír «hace 5 años que vendo por Internet y nunca me pidieron ninguna factura» o frases similares, seguramente estas personas habrán dicho «hace tiempo que vendemos por Internet carteras Louis Vuitton «alternativas» y nadie nos reclamó nada, por qué vamos a cambiar». Hoy ya tienen motivos para hacerlo.
La segunda cuestión, es que esos argumentos eran ciertos, principalmente porque los damnificados consideraban que si el daño era generado a través de Internet, no había quién lo protegiera, ni a quién acudir en defensa de sus derechos. La empresa Louis Vuitton ahora le demuestra que sí tiene quien lo defienda, no solo a argentinos sino también a empresas extranjeras como ésta, que seguramente habrán mal catalogado a la República Argentina y sus chances de dar con los falsificadores.
La tercera cuestión, es gratificante, porque saber que la Policía Federal tiene un área especializada en tecnología es muy importante y demuestra que los casos delictivos a través de las tecnologías no son análogos a los tradicionales.
Estos tres ingredientes son esenciales para potenciar el correcto uso de Internet en todos los aspectos de la vida del hombre.
Fuente: Ciclo de actualización del derecho penal disertado por el Dr Matías Altamira
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