Respondio al programa del oficialismo 678, lo que no hizo con Lanata sobre el gobierno de Dos Santos. «Argentina no es una organización de derechos humanos», se excusó.
Héctor Timerman rechazó este domingo las críticas recibidas por la misión comercial encarada días atrás por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Angola, y aseguró que el país africano «no es la peor dictadura del mundo».
Allí, comentó Timerman, «están las oportunidades políticas y económicas. Angola -agregó- es uno de los países más importantes de África», resaltó. «Decir que no es importante viajar a África es simplemente la necesidad del establishment de que sigamos siendo dependientes política y económicamente de Europa», consideró.
«Quieren que sigamos siendo dependientes de Europa, que es uno de los continentes que más proteccionismo ha ejercido», comentó Timerman acerca de los cuestionamientos. El funcionario, en declaraciones a 6.7.8, indicó que la Argentina quiere pertenecer a un mundo que tiene como actores principales a América Latina, África y Asia.
Timerman, en tanto, opinó que la feria de productos argentinos montada en Luanda, la capital angoleña, «fue un éxito».
Además, detalló que «el 50 por ciento de todo lo que gana la Argentina del mundo lo da África», porque los productos nacionales «son los que necesitan». Acerca de las críticas realizadas al gobierno nacional por mantener vínculos con Angola, gobernada desde 1979 por una dictadura, Timerman indicó que la Argentina no es «una organización de derechos humanos».
A raíz de esto, el periodista Jorge Lanata preguntó sobre el parecer del ministro de Relaciones Exteriores ante la situación crítica de derechos humanos en el país:» No es la peor dictadura del mundo, es ridículo», aseveró anoche el funcionario en la TV Pública, y agregó: «Nosotros no somos una ONG de derechos humanos, conozco bien cuál es la diferencia entre un gobierno y una ONG», dijo.
Angola fue incluido entre los países en los que se cometen violaciones a los derechos humanos, tanto por organismos de Naciones Unidas como por entidades supranacionales no gubernamentales, entre ellos Human Rights y Amnistía Internacional.
Esta última ONG multilateral incluyó, en su último informe de 2011, denuncias sobre «homicidios ilegítimos, desalojos forzosos, límites a la libertad de reunión, presos políticos, violaciones a los derechos de personas migrantes», principalmente en Cabinda, una provincia que está enclavada entre las repúblicas del Congo y Zaire, separada de la unidad territorial angoleña.
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