Argentina, Bolivia, Venezuela y Ecuador dijeron el viernes que desconocen al nuevo Gobierno paraguayo porque consideran ilegítimo el proceso de juicio político
En un proceso de dos días, Lugo fue hallado culpable de incumplir sus funciones al dejar que creciera la conflictividad social en Paraguay. Pocos minutos después de la destitución, juró en su reemplazo el vicepresidente Federico Franco.
Desde Casa de Gobierno, Cristina Fernández, calificó la remoción de Lugo como un «golpe de Estado» y afirmó que los Gobiernos que integran el bloque aduanero del Mercosur tomarán una acción mancomunada sobre la situación.
«Vamos a tomar un curso de acción que delinearán nuestras cancillerías y actuaremos mancomunadamente tanto con Uruguay como con Brasil», dijo la mandataria argentina.
«Convoco a los gobiernos de América, a los pueblos indígenas y a los movimientos sociales de América Latina a hacer un solo frente y unirse para defender la democracia en Paraguay y al presidente Lugo», dijo Evo Morales.
Por su parte, Hugo Chávez, calificó en un acto público en Caracas el cambio de Gobierno como «un golpe de la burguesía paraguaya».
En ese sentido, Rafael Correa, presidente de Ecuador, dijo a un canal de televisión que la próxima semana podría haber una reunión de Unasur para tratar la situación.
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