ACUERDO PARA HABLAR DE TEMAS MILITARES TRAS MESES DE TENSION
Corea del Norte propuso a su vecina del sur la apertura del diálogo en un comunicado que viajó desde la oficina del primer ministro norcoreano en Pyongyang hasta el Ministerio de Defensa en Seúl.
Corea del Sur aceptó la propuesta de Corea del Norte de iniciar conversaciones sobre temas militares entre dirigentes de alto nivel, tras meses de tensión entre ambos países. «Concurriremos a dichas conversaciones militares de alto nivel, cuyo orden del día tiene que incluir el compromiso de Corea del Norte de tomar medidas responsables en lo relativo al hundimiento del Cheonan y al ataque de la isla Yeonpyeong», indicó el Ministerio de Unificación surcoreano. La única reacción que hasta ahora provocó la novedad en el mundo provino de Estados Unidos, que saludó el acuerdo.
Luego de generar informaciones que sólo hacían al aumento de tensión entre las dos Coreas, el mundo amaneció ayer con un dato que merece leerse investido de buenas intenciones. Corea del Norte propuso a su tocaya sureña la apertura del diálogo: «Invitamos a entablar conversaciones entre responsables de alto nivel para hablar de temas militares pendientes», apuntó un comunicado que viajó desde el primer ministro norcoreano Kim Yong-il, en Pyongyang, hasta el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, a cargo de Kim Kwan-Jin. Según el Ministerio de Unificación surcoreano, Corea del Norte propuso intercambiar puntos de vista para atenuar la tensión militar en la península coreana.
La respuesta de Seúl redobló la apuesta, ya que sus autoridades consideraron «absolutamente necesario» que dentro de esos encuentros –porque dio por sentado que serán varios– se debata la desnuclearización.
Hasta ahora, Corea del Sur había rechazado las invitaciones de Pyongyang, por considerar que no eran sinceras.
En noviembre pasado, y pese a las advertencias del régimen comunista, las fuerzas armadas surcoreanas realizaron ejercicios militares en una zona marítima en disputa con Pyongyang. El 23 de ese mes, Corea del Norte disparó 170 obuses contra la isla Yeonpyeong de Corea del Sur, en el peor incidente en décadas. Este bombardeo, el primero de una zona civil desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953), mató a cuatro surcoreanos y generó la reprobación internacional. Luego de la guerra de las Coreas (1950-1953) ambos gobiernos firmaron un armisticio, pero nunca rubricaron un acuerdo de paz.
En mayo pasado, una comisión investigadora internacional había estimado que la corbeta Cheonan había sido hundida por un torpedo disparado por un submarino norcoreano el 26 de marzo pasado en el mar Amarillo, con un saldo de 46 muertos. Corea del Norte negó haber torpedeado la corbeta, diciendo no tener el submarino supuestamente utilizado en el ataque.
Estados Unidos y China urgieron a Seúl y a Pyongyang para que retomen lo antes posible los diálogos sobre temas militares para luego retomar las negociaciones por el plan nuclear norcoreano, frenadas desde abril de 2009.
«Estados Unidos y China enfatizaron la importancia de una mejora en las relaciones entre Norte-Sur y acordaron que un sincero y constructivo diálogo intercoreano es un paso esencial», adujeron en un comunicado al que ambos Estados adhirieron a través de las firmas del presidente estadounidense, Barack Obama, y el premier chino, Hu Jintao, el miércoles en Washington.
El intento conjunto de llegar a un acuerdo, del que participan Estados Unidos, China, Japón, Rusia y las dos Coreas, se encuentra estancado desde abril de 2009 debido a la negativa norcoreana para que los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica controlen sus instalaciones. Un mes más tarde, procedió a una segunda prueba atómica.
A fines de diciembre pasado, Corea del Sur realizó maniobras militares, terrestres, aéreas y navales. «Demostrar la solidez de (su) preparación militar», adujeron las autoridades en relación con el objetivo de los movimientos, llevados a cabo poco después de ejercicios efectuados en la isla bombardeada por Corea del Norte que habían agudizado al máximo la tensión en la península coreana.
Tras ello, Corea del Norte, que siempre expresó su preferencia por Estados Unidos a la hora de dialogar por considerar que sus armas nucleares procuran disuadir a Washington de atacarla, cambió de tono y extendió varias invitaciones a dialogar a Corea del Sur, que nunca había aceptado. Hasta ayer.
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