Al menos 35 personas murieron y unas 170 resultaron heridas por un ataque suicida en el aeropuerto Domodedovo de Moscú, en el sector de los arribos internacionales, cometido por una persona de origen caucásico, según la policía.
Fuentes del Ministerio de Salud dijeron que la cifra de muertos seguramente subirá, ya que hay muchos heridos en condiciones graves. Entre las víctimas figuran un ciudadano británico y otros extranjeros.
Un centenar de heridos fue medicado en el lugar, mientras otros 50, de los cuales 35 están graves, fueron internados en un hospital.
El ataque fue cometido a las 16.32 locales en la zona de entrega de equipaje de los vuelos internacionales.
Esta es la primera vez que un terrorista ataca un aeropuerto en Moscú. La explosión, no ocurrió en el lugar de control de pasajeros sino a la salida de la zona internacional, cerca del Asia Cafe.
Según investigadores rusos, el explosivo utilizado pudo haber sido entre 5 y 10 kilos de trotil.
La policía moscovita fue puesta en estado de alerta y lanzó operaciones de control en las estaciones del metro, donde en marzo del año pasado dos mujeres suicidas cometieron un atentado en el que murieron 40 personas y 130 quedaron heridas.
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, afirmó que el atentado fue un acto terrorista y ordenó reforzar los sistemas de seguridad en todos los aeropuertos y estaciones ferroviarias: «Es necesario instaurar un régimen especial para garantizar la seguridad», dijo el mandatario.
Medvedev postergó su partida a Davos, donde se desarrolla el Foro Económico Mundial, al que habría debido llegar mañana para hablar el 26 y el 27, informó su portavoz, Natalia Timakova.
La vocera del aeropuerto moscovita, Ielena Galanova, confirmó que la escala volvió a operar normalmente y que no hubo retrasos en los vuelos: «Cerramos por unos 20 minutos después de la explosión» que causó 35 muertos, agregó.
Un testigo dijo haber visto a muchas personas mutiladas y hablando con la radio rusa RSN afirmó que la fuerza de la explosión fue tal que hizo caer la nieve del techo del edificio.
La policía encontró fragmentos de un cuerpo y buscaba establecer si pertenecen al atacante. En un primer momento mencionó «un kamikaze proveniente del Cáucaso» y luego refirió que la cabeza del presunto atacante es la de un hombre «de tipo árabe» de 30 a 35 años.
Sin embargo, para la agencia Itar-Tass, «hasta que no se haga la pericia hay que estar muy atentos a las palabras, entre ellas incluso el término ‘kamikaze’, porque el hombre podría haber sido utilizado o haber llevado el explosivo sin saberlo».
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