Un reciente estudio, publicado en la revista Neurology postula que la cafeína podría aliviar los síntomas motores del Parkinson.
Inicialmente, la investigación de la Universidad McGill en Montreal, Canadá, buscaba comprobar si una taza de café podía aliviar la somnolencia diurna de estos pacientes. Pero por primera vez lograron comprobar beneficios en las manifestaciones de la enfermedad.
Para el trabajo, que cita el diario español El Mundo, participaron 61 voluntarios. Tras analizarlos, los expertos se encontraron con una inesperada sorpresa: los individuos que habían ingerido cafeína mostraron una reducción de sus problemas motores asociados a esta patología neurodegenerativa.
Los participantes habían sido divididos inicialmente en dos grupos. La mitad de ellos recibió una pastilla de placebo (es decir, sin ningún principio activo), mientras que el resto tomó unas píldoras de cafeína. Ninguno de los dos conjuntos conocía qué comprimido estaba consumiendo, lo que en metodología científica se conoce como estudio «ciego».
Concretamente, tomaron 100 mg de cafeína dos veces al día durante tres semanas, seguidas de otras tres semanas consumiendo 200 mg dos veces al día; lo que equivale a tomar entre dos y cuatro tazas diarias de café.
Ronald Postuma, el autor principal del trabajo, especificó que hasta ahora ya se había sugerido que esta bebida es capaz de reducir la aparición de la enfermedad, «aunque ésta es la primera vez que se demuestra algún beneficio en pacientes que ya tienen Parkinson», destacó.
Aunque las mejoras son modestas, el experto considera que es suficiente para demostrar que se puede seguir indagando por esa línea.
La clave del efecto «antiparkinsoniano» del café parecería estar en los llamados antagonistas de los receptores A2A de la adenosina, que la cafeína es capaz de bloquear, lo que le confiere cierto papel neuroprotector. En efecto, ya están en curso varios ensayos clínicos con antagonistas más específicos que la cafeína con resultados positivos.
Fuente: elmundo.es
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