Tres adolescentes de las islas de Tokelau (Nueva Zelanda), en el Pacífico Sur, rescatados «milagrosamente» tras haber derivado 61 días en altamar, sobrevivieron gracias al agua de lluvia y a una gaviota, revelaron el viernes los marineros que los salvaron.
Su rescate por los tripulantes de un barco atunero, después de dos meses a la deriva en momentos en que un ciclón estaba en formación, fue anunciado el jueves.
Los tres adolescentes, de edades entre 14 y 15 años, que llegaron el viernes a las islas Fiyi, no habrían podido sobrevivir mucho más tiempo, declaró Tai Fredricsen, segundo de abordo en el atunero San Nikunau, basado en Nueva Zelanda, que los rescató.
Los tres náufragos, enflaquecidos pero en buena salud, terminaron bebiendo agua del mar cuando la lluvia cesó, añadió Fredricsen.
Su odisea, que comenzó en los primeros días de octubre, duró 61 días, dijo el jefe de la Marina de Fiyi, el almirante Francis Kean.
«Es un milagro», dijo Tanu Filo, el padre de Filo Filo, uno de los muchachos, en declaraciones a la emisora Radio Nueva Zelanda desde Tokelau, tras enterarse de su rescate frente a las islas Fiyi, situadas a 1.420 km de las islas de donde partieron.
«Todos los habitantes del pueblo se pusieron muy contentos al saber la buena noticia, comenzaron a gritar, a cantar, a llorar, se abrazaban», dijo.
Filo Filo, de 15 años, y sus amigos Samuel Pérez, también de 15 y Edward Nasau, de 14, habían sido declarados desaparecidos a comienzos de octubre después de una salida al mar a bordo de un pequeño bote de aluminio.
Las búsquedas habían sido abandonadas y se presumía que habían muerto.
Fredricsen, que estaba en la proa del atunero, divisó el miércoles a los tres adolescentes.
«Fue un milagro haber dado con ellos. Acerqué el barco lo más que pude y les pregunté si necesitaban ayuda. Respondieron ‘sí, en verdad’. Estaban felices de vernos», contó el marinero.
«Estaban muy flacos, pero relativamente en buena salud, si se piensa en lo que padecieron. Tenían algunos cocos en su barco, pero no agua. No sé cómo lograron atrapar un pájaro. Se lo comieron. Hicieron bien», añadió el pescador.
«Han sufrido una deshidratación severa, y como se pudo ver casi no pueden tenerse en pie, están muy debilitados. Es aún muy pronto para que coman algo sólido, sus organismos rechazan los alimentos. Doy gracias a Dios por haberlos salvado», dijo.
En enero de 2009, dos pescadores de Birmania fueron hallados flotando en un refrigerador, al norte de Australia tras afirmar que habían pasado 25 días en el mar. No obstante algunos expertos emitieron dudas sobre esta historia.
En 2006, tres mexicanos fueron rescatados en medio del Pacífico en su barco varado, nueve meses después de haber salido para pescar tiburones.
Y en 1982 el navegante estadounidense Steve Callahan sobrevivió 76 días en una balsa de socorro en el océano Atlántico después de que su yate sufriera una avería durante una tempestad.
Fuente: AFP
Comentar post