Especialistas advirtieron sobre la «monotonía alimentaria» y destacaron la ventaja de que las personas sepan medir el aporte promedio de las vitaminas y minerales para evitar enfermedades.
Daniel De Girolami, médico nutricionista y ex-presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), sostuvo que «una de las principales críticas a la forma de comer de los argentinos es la `monotonía alimentaria`».
De Girolami señaló en un encuentro sobre la importancia de las dietas ricas en vitaminas y minerales, que «casi el 60% de las calorías totales de nuestra dieta, provienen sólo de tres grupos de productos: trigo, azúcar y carne».
En ese sentido, reconoció que «lo que más se come es pan, pastas y papas con alguna que otra porción de carne», y advirtió que en la dieta argentina «hay poca ingesta de lácteos y menos aún de vegetales, frutas, legumbres y pescado», que son aquellos alimentos fuentes de gran cantidad de vitaminas y minerales.
Por ese motivo, De Girolami consideró que existen «deficiencias ocultas -en el organismo- que son consecuencias de malos hábitos alimentarios», los cuales «pueden ser la antesala de carencias sanitarias si no se corrigen a tiempo, ya sea mejorando la alimentación o suplementando los micronutrientes deficitarios».
Las vitaminas son esenciales en el metabolismo, y necesarias para el crecimiento y el buen funcionamiento del cuerpo.
Sin ellas, el organismo no podría aprovechar los elementos constructivos y energéticos suministrados por medio de la alimentación.
Hay 13 sustancias fundamentales para el organismo, que son las vitaminas A, C, D, E, K, y las variantes de la vitaminas B como la tiamina, riboflavina, niacina y ácido pantoténico.
La salud depende de un suministro óptimo tanto de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) como de micronutrientes, entre los que se incluyen las vitaminas y los minerales.
Los especialistas presentaron en el encuentro un test nutricional que puede ser consultado de manera gratuita accediendo a www.centrum.com.ar, donde se puede medir de manera personalizada el aporte promedio de vitaminas y minerales de cada individuo, de acuerdo con los alimentos que consume semanalmente.
La Primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo había alertado en 2005 sobre una tendencia a comer mal de los argentinos, debido a que el 45 por ciento le agrega sal a las comidas y el 35 no consume frutas y verduras.
Como consecuencia de esos malos hábitos alimentarios, la mitad de la población argentina tiene sobrepeso u obesidad y por ende, un mayor riesgo cardiovascular.
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