Compartió militancia con Néstor y duda de la «exitosa carrera» de abogada de la Presidenta. A qué se dedicaba el estudio de los K.
No muchos tuvieron acceso cercano a la hermética sociedad que conformaron Néstor Kirchner y Cristina Fernández desde jóvenes, pero el abogado Rafael Flores, primero como aliado y luego como rival tanto en la carrera como en la política, los conoce de cerca y duda de la explicación de la Presidenta sobre el exponencial crecimiento de su fortuna personal a la que ella justificó por ser «una exitosa abogada».
Flores, ex militante peronista y diputado nacional por el Frepaso, trabajó como abogado en Río Gallegos a fines de los ’70 y comienzos de los ’80 al mismo tiempo que lo hicieran los Kirchner. En diálogo con Perfil.com comentó: «Cristina se recibió un poco más tarde que Néstor, suponiendo que efectivamente se haya recibido, aunque no deberíamos dudarlo si durante esa época se publicaban avisos de ella ejerciendo en un estudio junto a Néstor y el abogado Domingo Ortíz de Zárate».
«Si bien trabajó en ese estudio de Río Gallegos no se justifica ni remotamente la fortuna de decenas de millones de dólares que dice poseer. La envergadura de los asuntos judiciales en Santa Cruz por aquellos años así lo comprueba. No había grandes negocios que pudiera transformar en poco tiempo a un abogado en millonario», afirmó.
Según explicó Flores a este medio, los Kirchner no trabajaron durante mucho tiempo en el estudio, dado que pocos años después se dedicaron de lleno a la política. «Ellos le dedicaron poco tiempo, dado que la actividad política y la profesional no son muy compatibles, y por tanto esto tampoco sirve de justificativo».
Y añadió: «La actividad tanto de Néstor como de Cristina era básicamente ejecutar deudores morosos. Cobrar deudas de comerciantes. Se trataban de juicios ejecutivos, que son rápidos, y terminan en remates judiciales». «Les fue bien como abogados, pero sólo se pudieron comprar algunas propiedades sencillas, nada ostentosas, que no explican el patrimonio luego informado».
«Es que los K no pueden explicar su patrimonio pero esto en parte gracias a que durante años se dedicaron a protegerlo en Santa Cruz. Colonizaron la justicia de la provincia. Su poder se construía sobre ciertas patas, el control de la justicia, el silenciamiento de la prensa y el manejo del sector público. Y esto es sólo en Santa Cruz.», lanzó Flores ahora instalado en Capital. «Además, en entonces en esa provincia, las declaraciones juradas se depositaban en una escribanía y salvo que un juez ordenase que se hagan públicas, nadie tenía acceso a ellas».
Flores explicó que fueron pocos los cruces que tuvieron como abogados de distintas partes en juicio. «Una anécdota recordada y publicada en el libro La cara oculta de Kirchner es que luego del único juicio civil en el que los enfrenté, y tras ganar por suerte el litigio en el que ellos querían rematar una casa a una señora que ya había sido embargada, le dije a Cristina al cruzármela en un pasillo de los tribunales: ‘A Uds les va bien, trabajan bien, ¿para qué hacen estas cosas?’, a lo que ella contestó: ‘Porque nosotros vamos a hacer política, y para hacer política se necesita plata'».
Fuente: Perfil.com
Comentar post