Una denuncia penal involucra al organismo en una supuesta estafa con un auto y un departamento. Pese a esta situación, la Provincia no prorrogó la intervención
La Casa del Niño, fundada por el sacerdote Héctor Aguilera en Unquillo, continúa en el centro de varias polémicas desde que, a fines del año pasado, se revelaron los numerosos abusos sexuales cometidos contra más de una veintena de niños que permanecían en la institución.
Por un lado, se conoció que hace pocos días fue detenido y enviado a la cárcel de Bouwer otro de los integrantes de la casa, mayor de edad, quien se encuentra acusado de haber abusado sexualmente de una nena. La gravedad del episodio es mayor, ya que se trata de un hombre que estaba a cargo, junto con su esposa, de un grupo grande de niños en una de las “casitas” que integran la institución.
La niña abusada es a su vez hermana de otra niña que, se sospecha, también habría sido víctima del mismo delito a manos de otro adulto que continúa en Casa del Niño. El grupo familiar, de tres hermanos (dos niñas y un niño), fue derivado por las autoridades hacia una residencia del interior provincial.
Al mismo tiempo, continúan los procesos judiciales contra otros adultos y menores de edad que integraban la población de la casa de Unquillo y que también se encuentran acusados de haber cometido abusos sexuales contra niños. Se estima que son más de media docena los abusadores que vivían en la residencia infantil, donde este tipo de ataques sexuales se habían naturalizado, según contaron ante las autoridades algunos profesionales que trabajaron en el lugar.
Por ahora, una sola de las causas judiciales por abusos sexuales en la Casa del Niño ha sido elevada a juicio. Involucra a Juan Carlos González (34) y Lucas Gabriel Peralta (20), acusados de abuso con acceso carnal continuado, contra dos niñas, por la fiscal Alicia Chirino. El primero de ellos era transportista de los niños y adolescentes de la Casa, y ambos se criaron en la residencia que dirigió hasta su muerte, en 2009, el sacerdote Aguilera.
Casas de fantasía. El segundo tema que mantiene el nombre de la Casa del Niño en los Tribunales surgió a partir de una denuncia penal que presentó el pasado 18 de julio ante los Tribunales locales Orlando Francisco Errecaborde. Esta persona dice que, a través de dos abogados, personas vinculadas a la Casa del Niño se habrían apropiado indebidamente de un departamento céntrico y de un automóvil que le correspondían como parte de la herencia que le dejó su hermano cuando falleció.
Según el relato del denunciante, dos apoderados de la Casa del Niño, Oscar Jacinto Fanzolato y su hijo Oscar Luis Domingo Fanzolato Robert, engañaron a un juez civil para que se transfiriera a la Casa del Niño del padre Aguilera los bienes que formaban parte de la herencia de su hermano.
El poder a los abogados le habría sido conferido por Blanca Rodríguez, una de las máximas autoridades de Casa del Niño en la actualidad, quien ayudó al padre Aguilera a dirigir la institución durante muchos años.
El costado más llamativo del caso es que, ante la Justicia, Casa del Niño o sus apoderados se presentarían con tres nombres de personas jurídicas diferentes, pese a que dos de esas denominaciones no existen.
La denuncia dice que los abogados de la residencia infantil se habrían ido presentando de manera alternativa como representantes de Casa del Niño del Padre Aguilera, Casa del Niño Unquillo y Casa del Niño. La única de estas instituciones que existiría es Casa del Niño, que tiene la inscripción 004-A-1994 ante la Dirección General de Inspección de Sociedades Jurídicas de la Provincia.
Pero el fallo del juez civil 41° Jorge Eduardo Arrambide, del 16 de marzo de 2010, declaró como único y universal heredero de los bienes del denunciante a la Casa del Niño del Padre Aguilera, denominación que no corresponde a la institución.
Errecaborde sostiene que la firma de su hermano fue falsificada en una escritura, con el propósito de despojarlo del departamento y del automóvil. Esta cuestión está siendo analizada en otra causa judicial. La escribana que intervino en la operación es una de las involucradas en la megacausa del Registro de la Propiedad que se juzga hace años en los Tribunales cordobeses.
“Mi hermano –dice el denunciante–no tenía vinculación alguna con Casa del Niño, jamás la había mencionado en su vida”. Errecaborde dice no saber si los bienes que eran de su hermano son usufructuados por Casa del Niño o en realidad esos bienes nunca pasaron a integrar el patrimonio de la institución y quedaron en manos de intermediarios que usaron el nombre de la Casa para enriquecerse en forma personal. “Por lo pronto, el departamento sobre calle Montevideo está vacío y el auto no apareció”.
El abogado del denunciante, Miguel Palacio, menciona que esto que sucedió con los bienes de su cliente “podría haber sucedido también con otros bienes o aportes económicos que otras personas donaron de manera solidaria para ayudar a la Casa del Niño, y que en realidad podrían haber terminado en el patrimonio de otras personas. Los abogados de Casa del Niño han transferido el departamento y el vehículo a un nombre de fantasía, a un alias, y las personas jurídicas no pueden tener alias”.
Sin respuestas. Desde el estudio de los Fanzolato no hay explicaciones. “No hablo de este caso por teléfono”, respondió Oscar Jacinto Fanzolato. Cuando este diario le propuso mantener una entrevista personal, se negó.
“Las cosas están en la Justicia, que es la que va a hablar. Quieren hacer creer que el padre Aguilera falsificó la escritura de una herencia. Aguilera murió hace tantos años y era una persona extraordinaria”, fueron sus únicas palabras.
Los otros abogados que en la actualidad colaboran con la Casa del Niño evitaron pronunciarse sobre esta denuncia. El penalista Alejandro Pérez Moreno señaló a este diario que sólo está interviniendo en “las denuncias sobre los supuestos abusos sexuales ocurridos en la institución”. Y el abogado Jorge Barbará dijo que su estudio interviene en los casos vinculados al devenir de la asociación civil Casa del Niño, sobre todo en lo relacionado con controversias con la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) o a la intervención que sufrió la institución por parte del Ministerio de Justicia.
La comisión directiva de Casa del Niño ha evitado pronunciarse sobre las acusaciones desde que se conocieron las primeras denuncias el año pasado.
Hace pocos días venció la intervención de seis meses a la Casa que el Gobierno provincial decidió y, pese a los rumores de los días previos, finalmente el Ministerio de Justicia no extendió el plazo.
El abogado de varias familias de los niños que fueron abusados sexualmente, Juan Pablo Ruiz, criticó la inacción oficial y opinó que “la intervención debería continuar hasta que avancen los juicios y recién ahí se tenga certeza sobre los hechos. ¿Cómo puede ser que el Estado les deje la conducción de la Casa a las mismas personas que la dirigieron todos estos años mientras ocurrieron los abusos, sin que hicieran nada por defender a los niños?”
La única novedad proveniente de la Casa en las últimas semanas fue la decisión de las autoridades de dar un giro con lo que fue durante más de cuatro décadas la historia de la casa fundada por Aguilera. Comenzaron a buscar mujeres que hayan sufrido violencia familiar y a ofrecerles instalarse en las diferentes casas que han ido quedando más deshabitadas a medida que les fueron retirando los niños.
Esto fue confirmado por uno de los abogados de la institución y desde la propia Senaf. “Hemos decidido que ya nunca más vamos a derivar niños a esa casa”, señaló el secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Eduardo Reinaldi. “Pero si la institución está buscando un perfil nuevo, llevando a mujeres en situación de calle, quizá encuentren que en esas cuestiones tienen una mejor competencia”.
Sin prórroga
Hace pocos días, venció la intervención de seis meses a la Casa del Niño del Padre Aguilera. Pese a una serie de trascendidos en diferentes sentidos, el Ministerio de Justicia de la Provincia dispuso no prorrogar el plazo
Fuente: La Voz del Interior
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