En los primeros siete meses del año, el Estado se convirtió en el principal empleador ante el estancamiento de la economía. Desde el último trimestre de 2011 se sumaron 73.000 empleados públicos, la mayor parte contratados por las administraciones provinciales.
Un estudio privado basado en datos que arrojó el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC), indica que en el freno de la actividad económica en los primeros siete meses del 2012 fue el propio Estado el principal sostén de la demanda de puestos de trabajo.
El estudio privado sostiene que “este fenómeno obedece a una caída en la cantidad de personas que busca activamente trabajo, ya que el desempleo habría subido a 8,2% si no hubiera caído la tasa de actividad. El desempleo cae solo porque se contrajo la oferta de trabajo y no por una demanda estable”, dicen desde el IERAL, el instituto de la Fundación Mediterránea.
Con el sector privado retraído, la demanda de empleo del Gobierno nacional se expandió 3% entre los segundos trimestres de 2011 y de 2012, liderada por las contrataciones de las empresas públicas, que crearon 4.500 puestos de trabajo en ese período, lo que significó un alza del 19%. Si se suman los estamentos nacionales, provinciales y municipales, hay 2,4 millones de personas que trabajan para el sector público, según los datos de SEL Consultores. Así, en uno de cada cinco hogares argentinos, el Estado es la fuente principal de ingresos.
En la administración nacional se desempeñan 348.000 personas, más otros 23.000 que se desenvuelven en empresas y sociedades estatales. El 14% es personal contratado. La política kirchnerista de fortalecimiento del Estado hizo, que desde 2003, la nómina se incrementara 33%. Hoy, la mitad de los empleados públicos nacionales son personal militar y de las fuerzas de seguridad. Del total de los trabajadores, el 56% cobra menos de $7.500 pesos, pero el 25% no llega a $5.000.
El aumento del empleo público fue especialmente importante durante el período recesivo que la economía enfrentó en 2008 y 2009: subió 7,9% versus una reducción del 2,3% en el sector privado. “Esto explica tanto el sostenimiento del empleo total en ese ciclo como, en una medida no menor, la caída del superávit fiscal del sector público consolidado”, señala SEL.
Mientras aumentó un 30% en provincias y municipios, en la administración central se expandió 20%. Pero a la vez, los bancos nacionales ampliaron su nivel de ocupación 81% y las empresas públicas lo incrementaron 67%, un desempeño muy distante del que tuvieron las universidades nacionales, que sólo aumentaron su dotación 12%, a la vez que el poder judicial la subió 10%.
El Estado sumó 73.000 empleados entre el segundo trimestre de 2011 y el mismo período de 2012.La mayor parte de estos trabajadores fueron contratados por las administraciones provinciales, que aumentaron la cantidad de empleados en relación de dependencia 8% en el último año.
Fuente: iEco
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