Ni democracia, ni Derechos Humanos, el gobernador José Manuel de la Sota y su esposa Adriana Nazario invitaron a un grupo de funcionarios, legisladores, sindicalistas e integrantes de las fuerzas vivas a una cena que tendrá lugar esta noche en el Pabellón Amarillo del Complejo Feriar
Con motivo de despedir el año, nii los 29 años de la democracia, ni el Día de los Derechos Humanos figuran en la tarjeta de invitación. Tampoco ninguna referencia a que hoy se cumple un año de la asunción de su tercer mandato, por lo que los invitados son convocados bajo la anodina consigna de despedir el año. No obstante, es de imaginar que el gobernador no dejará pasar la oportunidad de tirar más nafta al fuego contra el gobierno nacional, celebrar la extensión de la medida cautelar al Grupo Clarín, y reiterar su visión de la teoría de los “dos demonios” al entender que los integrantes de la cúpula de Montoneros (los pocos que quedan vivos claro está) deberían recibir un juicio similar a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad al propiciar el terrorismo de Estado. Un juicio que si bien como político no debería ignorar al reclamar justicia por el asesinato del sindicalista José Ignacio Rucci que ya prescribió, como abogado tendría que conocer que las únicas causas que no prescriben son las de “lesa humanidad”. Es decir el terrorismo de Estado.
En la vereda de enfrente de Obregón Cano
Un dirigente político, allegado por aquellas épocas al ex gobernador Ricardo Obregón Cano, salió este fin de semana en un quincho donde se juntaron viejas glorias del peronismo setentista, no quiso abundar en detalles sobre la actuación que le cupo al gobernador José Manuel de la Sota durante la revuelta que terminó con el gobierno constitucional de Córdoba. Se comentó que una abogada testigo de la causa Toselli recordó bajo juramente haber visto al actual gobernador, arma en mano en la esquina de Chacabuco y San Jerónimo, participando activamente del derrocamiento de Obregón Cano. “Recuerdo que De la Sota estaba en la vereda del frente de Obregón Cano, pero creo que es difícil dar fe de que haya andado con armas aunque sí habría sido parte activa del Navarrazo”, Recordó que en su juventud De la Sota fue secretario de Gobierno en la Municipalidad de Domingo Coronel, quien ascendió a la intendencia al fallecer el jefe municipal electo, Juan Carlos Ávalos, también de la ortodoxia peronista. Finalmente, el Gobierno quedó triunfo por el golpe militar del 24 de marzo de 1976. Años después, a mediados de la década del 80, De la Sota aparece vinculado a la Renovación Peronista, sector que pierde la interna presidencial frente a Carlos Menem.
De la Sota limó broncas en Reducción
Sin custodia personal, sin chofer oficial y acompañado sólo de su pareja Adriana Nazario, el gobernador José Manuel de la Sota visitó ayer la localidad de Reducción para compartir varias inauguraciones con el intendente radical Jorge Grazziano y el obispo de Río Cuarto, Eduardo Martín. El mandatario provincial arribó desde el Imperio del Sur pasadas las 10.30 manejando el automóvil particular de su esposa y fue recibido por Grazziano. Junto a monseñor Martín participaron de una ceremonia litúrgica en el Santuario del Cristo de la Buena Muerte, durante la cual se presentaron ante más de 800 fieles católicos los nuevos altares restaurados de mármol, que datan del siglo XIX.Ya completamente olvidada la “bronca” que Grazziano le generó hace 11 años al poner boca abajo en su despacho un cuadro con su fotografía, De la Sota le anunció a su amigo “Cacho”
-así le dicen al intendente- la entrega de subsidios provinciales por medio millón de pesos para continuar las obras de restauración del Santuario y para organizar la peregrinación del próximo 1 de mayo. Además, le adelantó que la Fundación Banco Córdoba donará un auto para que sea sorteado como premio de una rifa especial destinada a obtener fondos para la Iglesia. Finalmente, destacó su orgullo por estar en un pueblo donde el municipio tiene superávit constante, gracias al cual se pueden realizar obras públicas sin generar nuevas deudas. Luego de los actos en Reducción, De la Sota regresó a Río Cuarto desde donde voló hacia Miramar para participar del acto de apertura de la temporada estival.
Una brújula para el policía…
Tal vez porque es el primer juicio al que asiste en Córdoba como secretario de Derechos Humanos de la Nación, o por su tradicional perfil bajo, al policía federal apostado en el hall de ingreso a Tribunales Federales le costó reconocer a Martín Fresneda. El pequeño momento se produjo el martes pasado, cuando el funcionario nacional llegó al edificio ubicado en Paunero y Concepción Arenal acompañado por el jefe de Gabinete de la Secretaría, Agustín Di Toffino, para asistir a la primera audiencia del histórico juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en La Perla. “¿Nombre?”, preguntó el joven agente, con la vista en el largo listado de nombres acreditados para ingresar. “Martín Fresneda”, dijo el ex abogado de Hijos, que tantas veces ingresó a ese predio como querellante en los cuatro primeros juicios por el terrorismo de Estado en Córdoba. El policía empezó prolijamente a buscar el nombre en las listas, cuando otro uniformado le aclaró que se trataba del secretario de Estado. Una brújula para el policía…
Fuente: La Mañana
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