A pesar que no tuvo la convocaoria de otras marchas organizada por el lider sindicalista, el titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, pidió al Gobierno nacional que se ocupe de la inflación «que carcome el salario de los trabajadores»
Y de la inseguridad que «sufren todos los argentinos, sin distinción de banderías». Moyano llevó sus reclamos a la Plaza de Mayo por tercera vez en el año; desde junio a ayer, cayó su poder de convocatoria, pese a que incorporó aliado
De lo contrario, advirtió con «llevar la lucha al plano político»: «Si no alcanzan las luchas gremiales, en el 2013 tenemos la posibilidad de utilizar el voto a quien garantice los derechos de los trabajadores», sostuvo Moyano.
Y añadió: «No podemos equivocarnos más. Que no nos vengan con fantasías de la revolución inconclusa. En este país, como dice la Biblia, ganarás el pan con el sudor de tu gente».
«Este país se hace trabajando, no de otra manera», remarcó. Por otro lado, acusó al Gobierno de «atentar contra la salud de los trabajadores» porque «se queda con el dinero» de las obras sociales sindicales.
«Están atentando contra la salud de los trabajadores y de su familia porque se quedan con el dinero», afirmó el referente del sindicalismo opositor al encabezar un acto en la Plaza de Mayo.
Moyano se preguntó «¿cómo tenemos que hacer?» para que «no se siga atentando con lo más valioso que tiene el ser humano, con el único capital que tienen los trabajadores, que es su salud y la de su familia».
Además, reclamó la aprobación de una ley sobre trabajadores tercerizados y destacó que si esa norma hubiera estado en vigencia se hubiera «evitado la muerte de Mariano Ferreyra».
Esa iniciativa había sido presentada en 2010 por el dirigente sindical de los Judiciales Julio Piumato, ocasión en que era diputado del Frente para la Victoria.
«Hace falta la aprobación de la ley para los tercerizados porque nosotros entendemos que si esa ley ya estuviese aprobado hubiéramos evitado la muerte de (Mariano) Ferreyra, que murió como consecuencia de ese tipo de trabajadores», pidió Moyano al hablar en la Plaza de Mayo.
Antes, tomó el micrófono el titular de la CTA opositora, Pablo Micheli. Durante su alocución, amenazó con que «si no hay respuesta» por parte del Gobierno nacional a los reclamos «por un salario digno van a haber más paros».
«Si no hay respuesta y no hay salario digno van a haber más paros», sentenció Micheli, durante su discurso en Plaza de Mayo.
Tras reclamar «que haya justicia independiente», Micheli aclaró que «no lo digo solamente por la dicusión de la ley de Medios sino porque la Corte debe anular al ley Antiterrorista que es un flagelo».
Varias columnas de manifestantes se concentraron sobre la avenida 9 de Julio y marcharon hacia la Plaza de Mayo para participar del acto que coronará la protesta convocada por la CGT Azopardo, conducida por el líder de los camioneros, Hugo Moyano, el sector de la CTA que encabeza Pablo Micheli, y la Federación Agraria Argentina (FAA) liderada por Eduardo Buzzi.
En el acto central, que inició a las 18, tomaron la palabra Lidia Mesa, referente de los jubilados de la CTA, Micheli en nombre de la Central de Trabajadores de la Argentina y el cierre está a cargo de Moyano.
En ese marco reclamaron, entre otras cosas, por el aumento del mínimo no imponible en el impuesto a las Ganancias, la eliminación de los topes al salario familiar y su unificación a nivel nacional.
Las columnas que marcharon hacia la Plaza de Mayo por Diagonal Sur, Avenida de Mayo y Diagonal Norte desde la 9 de julio generan todavía serios inconvenientes en el tránsito.
Además de las dos centrales sindicales opositoras también participan de la moviización Barrios de Pie, el Partido Obrero, la CGT Azul y Blanca que conduce el referente de los Gastronómicos, Luis Barrionuevo y Proyecto Sur entre otras agrupaciones políticas y sociales,
Micheli y Moyano habían convocado a un paro nacional el pasado 20 de noviembre que tuvo un fuerte impacto en la ciudad de Buenos Aires, así no tanto en el resto del país. En aquella oportunidad, la CGT y CTA opositoras calificaron la huelga como un éxito mientras que desde el oficialismo aseguraron que los piquetes que cerraron los accesos a la Ciudad gravitaron en el impacto que tuvo la medida.
Sólo militantes
A pesar del intento de sumar a los sectores medios que se manifestaron en los cacerolazos del 13-S y del 8-N, la convocatoria de ayer contó únicamente con los militantes gremiales y algún apoyo circunstancial de los partidos opositores y de la izquierda. La expectativa de los organizadores era congregar 100.000 personas; hubo menos: alrededor de 30.000..
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