De a poco, la basílica se fue cubriendo de fieles que recibieron banderines de papel, con los colores de la Santa Sede, en los que se lee: “Papa Francisco”, 19 de marzo de 2013. Córdoba, Argentina”
El primer punto elevado de júbilo se registró cuando sonó el armonio y el coro recibió al Papa en el sitial máximoCórdoba también le da la bienvenida a Francisco, decenas de fieles compartieron la vigilia en la Catedral de la ciudad.
Cuando el reloj de la torre de la Catedral (sobre el campanario que da a 27 de Abril) marcó la hora 5, se abrió el enrejado del pórtico central del templo mayor de la ciudad de Córdoba, y el centenar de feligreses que compartió la vigilia a la espera de “la misa de inicio del ministerio» papal de Francisco, ingresó en orden a la iglesia (ver Canal especial sobre el Papa).
Frente al altar, se dispuso una pantalla gigante para seguir en directo la transmisión televisiva, desde el Vaticano, las alternativas de la ansiada ceremonia (ver Francisco: El verdadero poder es el servicio).
El viceintendente, Marcelo Cossar y su esposa, fue una de las primeras autoridades municipales en arribar al lugar y respondió al grito “Viva el Papa”, que disparó una mujer desde la mitad de la nave central, cuando el Sumo Pontífice rezó ante la tumba de Pedro y recogió los tributos de su pontificado: el Palio y el Anillo del Pescador. Un cerrado aplauso coronó la instancia.de Roma.
Coincidió con el ingreso del intendente Ramón Mestre a la Catedral.
“Desde Argentina un faro iluminará al mundo”, se lee en una pancarta desplegada en un corrillo lateral por jóvenes capuchinos. En el zócalo de la amplia pantalla, “Francisco ya es de todos”.
A las 6.15, el recinto de la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción luce repleto.
La feligresía acompaña el oficio con devoción y recogimiento. Aplaude al unísono con la multitud que colma la Plaza de San Pedro.
Amanece en Córdoba y la claridad natural se cuela al interior del Templo matriz de la ciudad por los lunetos de la bóveda y resalta los ocres y amarillos de la nave central y de las laterales.
“El verdadero poder es el servicio”, se escucha por los parlantes y los fieles celebran la sentencia de Francisco con verdadero júbilo. «A todos ustedes les digo, recen por mí», pidió el Pastor y el ruego se incrustó en el corazón del rebaño en Córdoba como una lanza de emoción que hizo derramar lágrimas de alegría.
La solemnidad que acompañó la celebración de la Palabra de Francisco para el pueblo católico del mundo, trocó por algarabía plena en la Catedral de Córdoba cuando, alrededor de las 7, se alcanzó el punto culminante del acto religioso. Previa Eucaristía, se produjo el inicio del pontificado del Papa argentino en el sitial de Pedro, iniciando así su marcha evangelizadora.
La bendición final del Pontífice se coronó aquí con un aplauso estruendoso y el clamor de los congregantes, que luego marcharon en paz.
Fuente : La Voz
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