Un equipo de científicos ha encontrado evidencias de un antiguo microcontinente sepultado bajo el Océano Índico
El antiguo continente se extiende por más de 1.500 kilómetros desde las islas Seychelles hasta la isla de Mauricio, y contiene rocas de hasta 2.000 millones de años de antigüedad, mucho más antiguas que el Océano Índico, el cual se formó en los últimos 165 millones de años.
El equipo de investigación, de la Universidad de Oslo en Noruega y la de Liverpool en el Reino Unido, considera que este microcontinente, al que han llamado Mauritia, se separó de Madagascar y la India hace entre 61 y 83 millones años como una masa de tierra aislada de los continentes que actualmente rodean al Océano Índico. Luego, gran parte de él fue cubierta por gruesos depósitos de lava como resultado de la actividad volcánica y quedó sumergida bajo el agua.
El equipo de Nick Kusznir utilizó datos obtenidos desde satélite para trazar un mapa del espesor de la corteza bajo el Océano Índico.
Usando técnicas de procesamiento de datos geofísicos, los investigadores pudieron identificar áreas donde la corteza bajo el fondo marino tiene hasta 30 kilómetros o más de grosor, un grosor igual al de la corteza continental y mucho mayor que el de la corteza oceánica, que en promedio sólo tiene 7 kilómetros de espesor.
El análisis de granos de arena de playas de Mauricio, una isla volcánica situada a unos 900 kilómetros al este de Madagascar, ha revelado que la arena contiene diminutos cristales de circón, un mineral normalmente asociado con la corteza continental y que tienen una antigüedad de entre 660 millones y 2.000 millones de años, mucho mayor que la de los granos de arena formados por la actividad volcánica ocurrida hace 9 millones de años en Mauricio.
El equipo de Kusznir cree además que ha localizado otros cinco o seis fragmentos de microcontinente en el Océano Índico, aunque advierte que se necesita investigar más para confirmar esto.
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