Las mujeres, las personas que sufren de depresión o con antecedentes de abusos son más propensas a tomar propofol, afirman los investigadore
(HealthDay News) — El abuso de un anestésico, el propofol, por parte de los profesionales de atención de la salud es un problema en aumento, afirma un estudio reciente.
El propofol (Diprivan) se usa para dormir a los pacientes antes de una operación quirúrgica y a fin de sedarles para otros procedimientos. Su uso está muy extendido debido a su rápido efecto y a que permite que los pacientes se recuperen rápidamente, y cuenta con menos efectos secundarios que otros anestésicos.
Formaba parte de la mezcla de medicamentos que resultaron en la muerte de Michael Jackson en 2009, según la conclusión del médico forense del condado de Los Ángeles.
Los investigadores analizaron los datos de un centro de adicción especializado en problemas de abuso de sustancias por parte de profesionales de atención de la salud e identificaron a 22 trabajadores de atención de la salud que se sometieron a un tratamiento por abusar del propofol entre 1990 y 2010.
Durante ese periodo, se produjo un aumento constante de la cantidad de profesionales de atención de la salud bajo tratamiento por abuso de propofol, lo que en la actualidad supone el 1.6 por ciento de todos los casos de este tipo de profesionales que reciben tratamiento por alguna adicción, indicaron los autores del estudio.
Entre los pacientes detectados en el estudio había trece médicos, ocho enfermeras y un dentista. La mayoría de los médicos y todas las enfermeras eran los que proporcionaban la anestesia y disponían de un acceso fácil al propofol, según los hallazgos publicados en la edición de abril de la revista Journal of Addiction Medicine.
Las personas que abusaban del propofol tenían más probabilidades de ser mujeres, y muchos de los pacientes tenían depresión y un historial de abusos sexuales o físicos durante la infancia. La mayoría de los pacientes también contaban con antecedentes familiares de abuso de sustancias, y un número mayor de lo esperado tenía familiares con esquizofrenia, descubrieron los investigadores.
Muchos de los pacientes empezaron a usar propofol como ayuda para dormir, pero rápidamente se hicieron adictos al medicamento. La mayoría buscó un tratamiento para la adicción a los pocos meses de empezar a abusar del medicamento, aunque cinco pacientes comenzaron con el tratamiento después de un solo atracón de propofol.
Más o menos la mitad de ellos empezaron el tratamiento después de pasar por sucesos dramáticos, como accidentes de tráfico u otras lesiones. Algunos se produjeron lesiones al desmayarse inmediatamente después de inyectarse propofol. Cinco de ellos empezaron el tratamiento después de ser encontrados en un estado inconsciente, señalaron los investigadores en un comunicado de prensa de la revista.
«La adicción al propofol es una forma violenta y debilitante de dependencia de una sustancia» con un «deterioro rápido», escribieron el Dr. Paul Earley y el Dr. Torin Finver de Georgia Health Professionals Program Inc., en Atlanta.
Algunas de las características de los pacientes identificados en este estudio (incluyendo un antecedente de depresión y de abuso infantil, además de ciertos patrones de lesiones) podrían usarse para detectar y tratar el abuso de propofol por parte de los profesionales de atención de la salud, sugirieron los investigadores.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Journal of Addiction Medicine
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