Desde el congelamiento, la canasta del súper bajó 4,5%, el pollo, el jamón y los lácteos aumentaron en 60 días, pero bajaron la carne y los artículos de limpieza y almacén. De los 41 artículos relevados, sólo tres tuvieron variación cero
De un total de 41 artículos relevados por este diario, en los últimos dos meses sólo tres se mantuvieron estables, en cero por ciento; 13 subieron y 25 mostraron una caída.
La canasta para cuatro personas registró una baja de 4,5 por ciento durante febrero y marzo, y de 3,7 por ciento sólo durante el último mes.
Así, una familia de dos adultos y dos chicos tiene que destinar ahora 2.245,83 pesos a los alimentos y artículos de higiene y limpieza que necesita en un mes. Antes de concretarse el “congelamiento”, el monto sumaba 2.352,79 pesos.
El relevamiento que periódicamente realiza La Voz del Interior muestra que el acuerdo de precios es respetado por los supermercados (Ver relevamiento).
“Con el acuerdo para mantener los precios, que ahora se extendió por dos meses más, el Gobierno está procurando que la gente no se encuentre con precios nuevos y salarios viejos, lo que el año pasado generó una caída en las ventas durante marzo, abril y mayo”, explicó Guillermo Oliveto, director de la consultora W, especializada en consumo.
“En un año electoral, el objetivo central es que eso no se vuelva a repetir. La medida procura que, hasta tanto lleguen los sueldos nuevos, no aparezcan los precios nuevos y, así, tratar de mantener el poder adquisitivo”, agregó. Sin embargo, para el especialista se trata de una medida de coyuntura, no sostenible en el tiempo.
Desde febrero. Durante los dos meses de “congelamiento” se registraron variaciones en la mayoría de los productos. La advertencia de la Secretaría de Comercio Interior de que controlaría y sancionaría a los incumplidores hizo, además de la crisis general, que se registraran más bajas que aumentos.
A diferencia de relevamientos anteriores, durante la semana pasada se notó la presencia de más y de nuevas ofertas en todos los supermercados, como una manera de incentivar al consumo.
Según un informe publicado días atrás por la consultora CCR, las ventas de alimentos y bebidas en los supermercados registraron un incremento interanual de 3,8 por ciento en la cuarta semana desde la aplicación del “congelamiento” (del 25 de febrero al 3 de marzo), pero siete días después se produjo una baja de 0,3 por ciento.
Si bien en todo el período las ventas dejan un saldo positivo, la desaceleración en el consumo durante el último tiempo explica la presencia de nuevas y de más ofertas.
El rubro Almacén tuvo una caída promedio de 0,7 por ciento en los últimos dos meses, pese a la suba de la harina (8,1); del azúcar (1,5); puré de tomates (5,7) y huevos (2,2 por ciento).
En el caso de la carne y embutidos, desde febrero registraron una caída de 2,7 por ciento. Los cortes vacunos están más baratos, mientras que el pollo y el jamón cocido subieron.
Los lácteos sí están más caros desde que se puso en marcha el acuerdo: 2,3 por ciento. Los quesos son los que más aumentaron, poco más del cinco por ciento.
Los artículos de tocador y limpieza están ocho por ciento más baratos que los primeros días de febrero, mientras que frutas y verduras subieron 7,1 por ciento, por la naranja (30,4 por ciento más cara) y el tomate perita (19,7 por ciento), principalmente.
Menos variedad
Sin tanta variedad. Si bien no hay huecos en las góndolas de los grandes supermercados (no están afectados por el bloqueo de camioneros a centros de distribución), sí falta variedad y, en algunos casos, hay poca mercadería.
Afectados. Los productos más afectados son la harina, el azúcar, la yerba, el aceite y, ahora, se suman los enlatados, alimentos no perecederos, como la polenta, y algunas conservas.
Precio regulado. Los productos limitados a una o dos unidades por grupo familiar son, en su mayoría, de precio regulado por la Secretaría de Comercio Interior, como en el caso del aceite.
Fuente: La Voz
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