Tiene 90 años, estuvo en La Perla, y no le pagan el subsidio porque no sabe leer ni escribir
Bancor no acepta que Ramona Luna, ex detenida-desaparecida, utilice su huella digital para cobrar los $ 3.000 de la Ley 10.048.
Ramona Evangelista Luna tiene 90 años, no sabe leer ni escribir, y durante la dictadura militar fue una detenida-desaparecida. El año pasado gestionó el subsidio provincial de tres mil pesos mensuales que la Ley 10.048 otorga a los ex presos políticos cordobeses. Se lo adjudicaron este año, pero no lo puede cobrar porque el Banco de Córdoba no acepta que no sepa firmar, ni escribir su nombre, y rechaza que se identifique con la impresión de su pulgar.
La señora cobra sin problemas una pensión graciable en el Banco Nación, pero las muchas gestiones que hizo junto a su hijo Hugo Flores, que también fue víctima del terrorismo de Estado, no convencieron al gerente de la sucursal 928 de Bancor, ubicada en la avenida Juan B. Justo de barrio General Bustos. No hay caso, no le entregan la tarjeta para que cobre por cajero automático el subsidio ya depositado
Ante la situación, intervino la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia. Juan Villa, director de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo, le escribió una carta al gerente bancario, explicando que Ramona es iletrada, y solicitándole que le entregue la tarjeta, aunque no sepa firmar. Hasta ahora no hubo respuesta.
Hugo no quiere que se publiquen fotos de su madre. «Si llega a pasar algo a mi mamá no sé lo que haría. Ya le pasaron bastante cosas en la vida”, dijo ayer a LA MAÑANA.
Le pasó mucho a Ramona Evangelista (“Evangelina -corrige el hijo- está mal escrito en el documento”). El 11 de noviembre de 1976, a las 3.30 de la madrugada, entró a su casa de barrio Remedios de Escalada, entre gritos y amenazas, la patota de La Perla. Se la llevaron junto a Hugo, que entonces tenía 16 años. “Estuvimos en La Perla, luego nos llevaron al Campo de la Ribera, y de allí, a la cárcel de San Martín, la UP1”, relata el hombre. “Mi mamá era empleada doméstica y siempre fue peronista, desde siempre, desde el principio”, explica. Él estudiaba en la escuela secundaria, pero no tenía militancia política. “Caímos y nos llevaron como a tantos otros”, comeNta sencillamente Flores.
“¿Sufrieron torturas?”, preguntó este diario. “¿Y a usted quÉ le parece?”, responde seco el hombre, y hace silencio. De su paso por los centros de detención ilegal reconoce a Héctor Pedro Vergez, el mismo que ayer insultó a la fotógrafa Irma Montiel al ingresar, como imputado, a Tribunales Federales (ver página 4)
“Al cabo de tres años, los militares me dijeron que se habían equivocado conmigo. Yo estaba por cumplir los veinte. A mi mamá la tuvieron un año adentro”, señaló. Ni él ni su madre figuran como testigos en ninguno de los juicios por violaciones a los derechos humanos que se sustanciaron en Córdoba, ni en la actual causa La Perla.
“Yo quiero que ella cobre ese subsidio, y no me voy a quedar quieto hasta que lo consiga, porque mi mamá lo necesita ”, advirtió.
El reconocimiento de tres mil pesos mensuales para quienes acrediten haber sido víctimas del terrorismo de Estado en Córdoba fue aprobado el 24 de marzo de 2012 por la Legislatura provincial, pero recién en febrero de este año la Provincia comenzó a pagar lo comprometido
Fuente: La Mañana
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