Disputa voto a voto para tratar la reforma judicial en Diputados. El kirchnerismo tiene una mayoría ajustada y hay fuerte presión de la oposición; Lorenzetti envió una carta con críticas de jueces federales
En medio de una gran expectativa, exacerbada por la marcha multitudinaria contra el Gobierno del 18-A, oficialismo y oposición miden sus fuerzas con miras a la sesión de mañana en la Cámara de Diputados, donde se definirá la suerte de la polémica reforma de la Justicia que impulsa la Casa Rosada. Si bien nadie se anima a arriesgar el resultado del debate, lo único cierto por estas horas es que el kirchnerismo tiene los votos demasiado justos como para estar tranquilo.
Los principales referentes del bloque oficialista, que preside Agustín Rossi, procuran mostrarse confiados: anoche afirmaban que en el recinto reunirán entre 132 y 134 legisladores a la hora del quórum (se requieren 129). Sin embargo, la inquietud era palpable en los despachos más encumbrados, donde hubo febriles negociaciones para asegurar el quórum y la aprobación de la iniciativa.
A última hora, en la Casa Rosada hubo una reunión entre la presidenta Cristina Kirchner; Rossi; el secretario legal y técnico, Carlos Zannini; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y la diputada Diana Conti. Allí se analizaron el conteo de votos y la presión de un grupo de ONG sobre 12 diputados que estarían indecisos (ver aparte).
Según trascendió de fuentes gubernamentales, también se evaluó una carta que el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, hizo llegar a Domínguez, en la que transmitió al Gobierno la postura crítica sobre la reforma que tienen los jueces de las cámaras federales de todo el país.
En la misiva que entregó Lorenzetti al presidente de la Cámara de Diputados reflejó la preocupación que hay entre los jueces de las Cámaras Federales de todo el país sobre el impacto que tendrá la reforma judicial que se dispone tratar el kirchnerismo mañana (de lo que se informa por separado).
En tanto, la oposición afirmaba ayer que si bien el kirchnerismo corre con ventaja, ésta es mínima; según sus cálculos, la diferencia a su favor sería de apenas uno o dos diputados. Confía en que, en las horas previas a la sesión -las más cruciales-, algunos de los legisladores que suelen acompañar al Gobierno y que hoy manifiestan dudas respecto de los proyectos oficiales se atrevan a votar según su conciencia.
Un grupo de ONG que se oponen a la reforma judicial y que está liderado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), Directorio Legislativo y Poder Ciudadano lanzó una fuerte campaña para reclamar una definición a 12 diputados circunstancialmente alineados con la Casa Rosada, que se mostraban dubitativos. Les pidieron tomar una postura pública sobre el polémico proyecto oficial antes del debate en el recinto.
Al parecer, varios de éstos 12 legisladores ya decidieron rechazar la iniciativa oficial.
De esta manera, según pudo saber LA NACION ahora serían cinco los diputados que podrían patear el tablero. Uno de ellos es el sindicalista Julio Ledesma (Corriente del Pensamiento Federal), quien estaría más cerca de votar con la oposición tras sugestivas reuniones que mantuvo con emisarios del jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano. Otra diputada que también cambiaría de parecer es la oficialista Mabel Müller, cuyo mandato termina este año. La catamarqueña Mariana Veaute (Frente Cívico de Catamarca) es una incógnita: el oficialismo la cuenta en sus filas, pero fuentes del PJ disidente confían en que podría dar el batacazo.
Un signo de pregunta también sobrevuela sobre el diputado Alfredo Olmedo (Salta Somos Todos), quien aseguró que dará quórum, pero no reveló su voto.
La oposición no tiene muchas esperanzas. «Es un empresario aceitunero que sufre una presión brutal de la AFIP», deslizan. El también salteño Walter Wayar (Frente Peronista Federal), cuyo mandato también vence este año, coquetea con su indefinición y dejó trascender a algunos emisarios opositores que esta vez se desmarcaría del bloque oficialista. En cambio, Rossi lo cuenta entre los suyos.
En medio de este estado de ebullición, el Congreso se convirtió en el centro de todas las miradas. La mayor atención se concentra en la Cámara de Diputados, donde se debatirán las tres iniciativas más polémicas del paquete de reforma judicial: la que propone modificar la integración del Consejo de la Magistratura, con la instauración del voto popular de los representantes de abogados y académicos; la que establece la creación de tres cámaras de casación (una en lo Civil y Comercial, otra en lo laboral y seguridad social y la tercera en lo Contencioso Administrativo), y la que propone restringir la presentación de medidas cautelares contra el Estado.
Estas iniciativas se debatirán hoy en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales; Justicia; Presupuesto, y Legislación General de la Cámara baja. Allí participarán representantes del Colegio de Abogados y de la Asociación de Magistrados, ambos críticos de los proyectos oficiales.
EL SENADO
Mientras tanto, el Senado avanzará mañana con la sanción de las otras tres iniciativas que componen el paquete de reforma judicial.
Sin la presión que se cierne sobre sus colegas de la Cámara baja, los senadores oficialistas debatirán hoy, en comisión, los proyectos de publicidad de las sentencias y de las declaraciones juradas patrimoniales de funcionarios judiciales y de acceso al Poder Judicial por concurso, aprobados la semana pasada por la Cámara baja.
Según confiaron a LA NACION voceros del bloque kirchnerista, la intención es firmar dictamen de las tres iniciativas y dejarlas listas para su debate en el recinto. Salvo que medie una orden de la Casa Rosada en contrario y, feriado del 1° de mayo mediante, las iniciativas recién serían sancionadas el 8 de mayo.
Con la colaboración de Gustavo Ybarra.
Fuente: La Nación
Comentar post