Existen dos tipos principales de tumores de piel: el carcinoma, el más frecuente, y el melanoma, el más grave y menos habitual.
El melanoma está vinculado a las exposiciones solares en la infancia. Es un cáncer curable, siempre y cuando sea diagnosticado tempranamente.
Se manifiesta de dos modos: por la aparición de una pequeña área pigmentada sobre la piel sana o por la modificación de un lunar preexistente.
Se sabe que los casos de melanoma han aumentado, pero hasta hace unos años no existían cifras al respecto. Por esa razón, se creó en 2003 el Registro Argentino de Melanoma Cutáneo (RAMC), que ya lleva contabilizados 3.372 casos desde el 1º de enero de 2002. Según el registro: -Sólo un 3% de los casos fueron diagnosticados antes de los 25 años de edad, y se distribuyeron en igual forma numérica en ambos sexos.
-La edad media de las mujeres al momento del diagnóstico fue de 55 años, mientras que la media de los varones fue de 58.3. Esto parece indicar que las mujeres se diagnostican a edades más tempranas, quizás por mayor atención a su salud.
-En cuanto a las localizaciones de los tumores, las piernas son las zonas más afectadas entre las mujeres, mientras que el torso lo es para los hombres.
El impacto de la exposición a los rayos UV constituye un problema de salud pública que surge a causa del creciente nivel de exposición solar que se suele dar en los períodos de ocio y en algunas actividades laborales, pero también del incremento en el uso de las camas solares, alertó el Ministerio de Salud de la Nación.
La principal fuente de radiación UV es la luz solar. El grado de exposición a esta radiación depende de la intensidad de la luz, del tiempo de exposición, y la protección que se utilice. Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a una luz solar intensa tienen mayor riesgo de padecer cáncer de piel.
Las camas solares son otra fuente de radiación ultravioleta que puede causar un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de piel. Las lesiones o inflamaciones graves o prolongadas de la piel (como pueden ser las quemaduras graves, la piel que recubre el área donde se produjo una infección ósea grave, y la piel dañada por ciertas enfermedades inflamatorias) son áreas más vulnerables.
Todas las personas son susceptibles de desarrollar algún tipo de cáncer de piel, pero deben prestar mayor atención las personas que tienen la piel claroa; los que tienen muchos lunares; quienes tienen antecedentes familiares de melanoma; los que hayan tenido quemaduras solares severas durante la infancia o adolescencia y los que practican frecuentemente actividades al aire libre.
Fuente: Telam
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