El arzobispo Poli hizo un llamado a «no tenerle miedo a la solidaridad» El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, preside en Plaza de Mayo la tradicional misa por la festividad de Corpus Christi
Que fue precedida por una marcha juvenil por las calles de la ciudad y que llevará un mensaje del papa Francisco.
El cardenal primado de la Argentina, Mario Poli, llamó a «no tenerle miedo a la solidaridad» en el marco de la misa ofrecida frente a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires en ocasión de celebrarse la fiesta del Corpus Christi.
Ante una importante cantidad de jóvenes que habían peregrinado desde las distintas Vicarías de Buenos Aires para confluir en la Catedral, el purpurado que también es arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, se hizo eco de las palabras del Papa Francisco al señalar que «en la sociedad existe una palabra clave a la que no tenemos que tener miedo: solidaridad, que es una palabra mal vista por el espíritu mundano».
En ese sentido, el cardenal recomendó «poner a disposición de Dios aquello que tenemos, nuestras humildes capacidades, porque sólo en el compartir, en el donarse, nuestra vida será fecunda y dará frutos».
En otro segmento de su homilía, Poli dejó entrever la añoranza que flotaba en el ambiente por la ausencia del excardenal Jorge Bergoglio, convertido ahora en el Papa Francisco, cuya foto en grandes dimensiones estaba ubicado a un costado del altar.
«Yo sé que a este Corpus le falta algo, porque al menos ustedes pensaban que lo iban a tener a nuestro querido Cardenal Bergoglio presidiendo esta fiesta como lo hizo a lo largo de tantos años», les dijo a los fieles, que retribuyeron la alusión al Santo Padre con un cerrado aplauso.
En esta fiesta del Corpus Christi, la Iglesia celebra con solemnidad y pompa, la institución de la Eucaristía que hizo Jesús el jueves Santo y lo hace en la Plaza de Mayo desde la época de la colonia, recordó el arzobispado.
La Plaza de Mayo rebosaba de los jóvenes porteños que habían iniciado las celebraciones con la 24º marcha, desde cuatro puntos de la ciudad para confluir, en primer lugar, en el barrio de Once, donde los recibió monseñor Poli y dialogó con ellos.
Tuvo carácter misionero y para muchos representó parte de la preparación al encuentro con el Papa Francisco en Río de Janeiro, en la Jornada Mundial de la Juventud, durante la última semana de julio.
Por ahora, caminaron con imágenes de la Virgen en sus distintas advocaciones, repartieron estampitas de Francisco y lo hicieron el lema «El Pan para la Misión».
Para monseñor Poli significó su primer celebración del Corpus Christi en Buenos Aires, ya que hasta ahora estaba en La Pampa.
«El sacramento de la Eucaristía despliega su virtud divina y más allá de nuestros templos, de nuestra comunidad, de nuestro barrio y ciudad, hasta alcanzar insospechables periferias, donde hombre y mujeres lo esperan y para nuestra sorpresa lo reciben como la alegría de sus días», dijo en la homilía.
Detrás de una enorme imagen de la Virgen de Luján, una custodia de más de un metro de altura llevaba el santísimo que se detuvo unos largos minutos frente a las puertas de la Casa Rosada, mientras la gente cantaba «salva al pueblo argentino» y allí estaba Poli mezclado con la gente, como parece ser de su agrado, porque de este modo rodeó toda la plaza.
Los sacerdotes de la diócesis de Buenos Aires, en cambio, realizaron la procesión encolumnados; adelante iba el estandarte con el patrono de Buenos Aires, San Martín de Tours.
Entre la gente hubo carteles que recordaban a Francisco, banderas argentinas, distintivos de parroquias y mucha emoción: al comienzo Poli había tenido especiales palabras de aliento a los jóvenes, abuelos y niños.
En el final, antes de la bendición con el santísimo a la multitud y de entonar las estrofas del Himno Nacional, el locutor gritó ¡Viva Cristo! ¡Viva la Iglesia! y !Viva el Papa!.
Mientras que este domingo, de 17:00 a 18:00, en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, bajo el lema «Un solo Señor, una sola fe», tendrá lugar una solemne adoración eucarística, en unión mundial del Corpus Christi, que sincronizarán con las catedrales de todo el mundo.
En Argentina será en la Catedral Metropolitana a las 11:30, en comunión con el Papa.
Comentar post