El presidente estadounidense Barack Obama reclamó hoy la renuncia del líder libio, Muamar al Gadafi, a la vez que el Consejo de Seguridad acordó votar esta noche sanciones contra el gobierno de Libia, que sólo controla algunas de las grandes ciudades del país, entre ellas Trípoli.
Obama dijo que es tiempo de que Gadafi abandone el poder, según informó la Casa Blanca al reseñar el contenido de una conversación telefónica del mandatario con la canciller alemana Angela Merkel.
«El presidente declaró que cuando un líder sólo puede mantenerse en el poder mediante el uso de violencia masiva contra su propio pueblo perdió la legitimidad para gobernar y debe hacer lo que es lo correcto para su país, renunciando ahora», señala el comunicado de la Casa Blanca.
Merkel y Obama coincidieron en que el régimen de Gadafi había perdido toda legitimidad, según declaró el viceportavoz de gobierno alemán, Christoph Steegmans, en Berlín.
Sanciones en el Consejo de Seguridad
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este sábado una batería de sanciones contra el régimen de Muamar Kadhafi, y encargó a la Corte Penal Internacional una investigación, al considerar que la represión contra los manifestantes podría constituir un crimen contra la humanidad.
Los quince países miembros del Consejo de Seguridad ordenaron en la resolución 1970 un embargo de armas contra Libia, la prohibición de viajes y el congelamiento de haberes de Muamar Kadhafi, y la investigación por crímenes contra la humanidad tras la represión sangrienta atribuida al líder libio.
El Consejo, que aprobó por unanimidad las sanciones en su segundo día de debates sobre el tema, exigió de nuevo que se ponga fin de inmediato a los ataques contra civiles «incitados desde el más alto nivel del gobierno libio».
Asimismo, pidió a las autoridades libias que actúen «con la mayor moderación», que «garanticen la seguridad de todos los extranjeros» y «el paso seguro de material humanitario y médico», y que «levanten inmediatamente todas las restricciones» a los medios de comunicación.
La Organización de Naciones Unidas estima que más de 1.000 personas han muerto en los disturbios.
Prohibición de viajar a Gadafi
La prohibición de viajar y el congelamiento de activos recae sobre el líder libio de 68 años, ocho de sus hijos, así como sobre otros miembros de la familia y funcionarios de defensa e inteligencia implicados en el baño de sangre en el país árabe.
Dieciséis nombres están en la lista de sanciones.
En cuanto al embargo armamentístico, el texto contempla todas las ventas y tranferencias de toda categoría de armas y municiones, así como la asistencia militar a Libia.
Por otro lado, la resolución destaca que «los ataques extendidos y sistemáticos que actualmente tienen lugar contra la población civil pueden equivaler a crímenes contra la humanidad».
Por eso, según el texto, el Consejo «decide remitir la situación en Libia desde el 15 de febrero de 2011 al fiscal de la Corte Penal Internacional», y pide a Libia «cooperar plenamente» con la CPI, con sede en La Haya.
La medida fue largamente debatida por los Estados miembros, ya que algunos, según fuentes diplomáticas, tenían objeciones, como China, Rusia, Sudáfrica, India, Brasil y Portugal.
Es la primera vez que Estados Unidos vota a favor de confiar un caso a la Corte Penal Internacional, instancia de la que no forma parte.
El embajador de Libia ante la ONU, Abdurrahman Shalgam, quien el viernes retiró su lealtad a Muamar Kadhafi, envió este sábado una carta al Consejo de Seguridad en la que dijo que apoyaba el recurso a la Corte Penal Internacional.
Este sábado el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo Kadhafi, debe dejar el poder «ahora», ya que perdió la legitimidad para gobernar, en su reacción más fuerte hasta el momento frente a la revuelta en el país árabe.
Obama había anunciado un día antes sanciones unilaterales contra Kadhafi y su círculo más estrecho, que incluyen congelamiento de activos y bloqueo a las propiedades en Estados Unidos que pertenezcan al líder libio y a cuatro de sus hijos.
Cierre de Embajadas
Por otra parte, Francia y el Reino Unido cerraron sus embajadas en Trípoli e interrumpieron temporariamente todas sus actividades diplomáticas en Libia, según informaron hoy los Ministerios de Exteriores de ambos países en París y Londres, respectivamente.
El Reino Unido dejó a cargo de la defensa de sus intereses a la embajada turca y una procónsul británica, según informó el Foreign Office. El resto del personal diplomático y otros residentes británicos fueron evacuados por vía aérea, al igual que los diplomáticos franceses.
Los intereses franceses en Libia será representados por la embajada rusa, indicaron desde el ministerio de Exteriores galo.
El gobierno francés había anunciado previamente que puso bajo vigilancia todas las cuentas de Gadafi y sus colaboradores más cercanos. Según informó el departamento contra el lavado de dinero del Ministerio de Finanzas, todos los actores financieros deben informar de cualquier movimiento sospechoso de cuentas.
La postura de Berlusconi
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que en el pasado mantuvo estrechas relaciones con Gadafi, aseguró que el dirigente libio perdió el control y advirtió sobre la crisis humanitaria que se avecina. Si todo el mundo rema en la misma dirección, «entonces podemos detener el baño de sangre y apoyar al pueblo libio», afirmó el político conservador durante el congreso de su partido que se celebra en la capital italiana.
Las palabras de Berlusconi llegaron horas después de que Estados Unidos anunciase que impondrá medidas unilaterales contra el régimen libio y a la espera de que el Consejo de Seguridad de la ONU haga anuncios similares. La canciller alemana Angela Merkel expresó su acuerdo con la implementación de sanciones contra el gobierno libio.
Jornada de relativa calma en Trípoli
La capital del país, Trípoli, todavía en manos del régimen, vivió hoy una jornada de relativa calma. Según Al Yazira, en la noche del viernes las fuerzas de seguridad mataron a siete manifestantes y las milicias de Gadafi establecieron puestos de control y barricadas. Las tiendas y bancos aún permanecen cerrados en la ciudad, así como las escuelas, a pesar de que las autoridades anunciaron su reapertura.
Además de la capital, Gadafi aún está al mando de Gadames, Sebha y Sirte, su ciudad natal, entre otras. En Bengasi, en manos de la oposición, se reabrieron hoy los bancos y comercios, aunque los colegios aún siguen cerrados.
Observadores presentes en Trípoli señalaron que es probable que el clan Gadafi se atrinchere en la capital. «Eso podría durar mucho», comentó un residente.
Previamente la familia Gadafi dio señales contradictorias. Muamar al Gadafi habló de armar «al pueblo» y su hijo Saif al Islam anunció una ofensiva contra el este del país, donde las tropas del clan no tienen ya casi presencia. Sin embargo luego se habló de «soluciones pacíficas».
Saif al Islam aseguró hoy en entrevista con la televisión Al Arabiya, que los manifestantes en su país son terroristas que no quieren una reforma.
«Son terroristas. No quieren una Constitución. No quieren derechos humanos. No quieren libertad», aseguró. «La población está asustada porque esa gente tiene armas. Esto tendrá que acabar pronto», añadió. «Todos estos tristes sucesos están siendo dirigidos por gente de fuera (del país)», insistió.
El hijo de Gadafi negó asimismo que se hubiesen producido deserciones de funcionarios del gobierno libio. «El ministro del Interior fue secuestrado y forzado a leer la declaración ante la televisión», dijo en referencia a las declaraciones televisadas de Abdulfattah Yunis el martes pasado, en las que manifestaba su renuncia y que se había pasado a los rebeldes.
Videos en Internet
Las oposición volvió a publicar en Internet videos en los que se ve a presuntos mercenarios africanos atacando a los manifestantes. En uno de ellos se ve a un hombre negro en uniforme sobre un charco de sangre en el suelo. Un grupo de personas impide que otros libios lo linchen.
La prestigiosa universidad Al Azhar de El Cairo llamó hoy a los soldados fieles a Gadafi a desobedecer las órdenes que puedan provocar nuevos derramamientos de sangre en Libia.
Según el líder de la institución, el jeque Ahmed al Tayeb, el régimen libio perdió la legitimidad. El referente espiritual llamó a los árabes en todo el mundo a prestar ayuda humanitaria y médica al pueblo libio.
La universidad Al Azhar está considerada como uno de los máximos referentes en cuestiones de derecho para los musulmanes sunitas.
Entretanto, miles de inmigrantes continuaron abandonando Libia. Más de 2.900 chinos salieron del país y llegaron hoy a la isla griega de Creta. En la tarde de hoy se espera la llegada de otra embarcación con 1.900 chinos a bordo. Unos 15.000 chinos habrían abandonado Libia en los últimos días.
Además, la fragata británica «HMS Cumberland» trasladó hoy a otras 250 personas a Malta. El gobierno argelino, por su parte, envió un barco a Bengasi para evacuar a medio millar de argelinos.
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