Ministro de Dilma asoció las protestas a la dictadura y apuntó contra la prensa. Un funcionario de Rousseff ve un «gran peligro» para la democracia por las manifestaciones. Preparativos por la visita del Papa
El ministro secretario general de la Presidencia de Brasil, Gilberto Carvalho, criticó el viernes el antipartidismo de las multitudinarias manifestaciones en ese país, las asoció a las dictaduras y recalcó la responsabilidad de la prensa en ellas. En tanto, la Iglesia Católica apoyó a los manifestantes, a la espera de la histórica visita del Papa Francisco.
En un discurso a tono con el de otros gobiernos de Latinoamérica, como el argentino, Carvalho consideró peligroso el viernes el fuerte antipartidismo en las masivas protestas en las grandes ciudades brasileñas y dijo que la prensa ha contribuido a ese sentimiento.
«Cuando se grita ‘¡Sin partido!’, nosotros vemos un gran peligro. No hay democracia sin partido, sin una forma mínima de institución. Sin partido en el fondo es dictadura. Tenemos que estar muy atentos a eso», advirtió Carvalho en una reunión con organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud católica (JMJ), tras las multitudinarias manifestaciones que llevaron a más de un millón de brasileños a las calles la noche del jueves.
«La prensa tuvo un papel en ese sentido, al estimular un tipo de moralismo en el sentido despolitizado y un tipo de antipolítica que lleva a eso que está ocurriendo también. Aquellos que todo el tiempo verbalizan ese tipo de posición, tienen responsabilidad por ese aspecto destructivo que está ahí», dijo.
Carvalho llamó a invitar a la «sociedad para que haya una disputa por la democracia de verdad, que se hagan representar con partidos que de hecho representen al pueblo y no coliden con la corrupción».
Las manifestaciones en Brasil se han caracterizado por no aceptar partidos ni políticos. «Basta de corrupción» y «El pueblo unido avanza sin partido», gritaban los manifestantes el jueves en la Avenida Paulista de Sao Paulo.
Los manifestantes también repudian a los grandes medios de comunicación.
Sobre las manifestaciones, Carvalho repitió el tono de las declaraciones de la presidenta Dilma Rousseff el martes, cuando afirmó que la voz de la calle tiene que ser escuchada, y aseguró que ella escucharía esa voz de cambio, reportó AFP.
Brasil tendrá que prepararse para la eventualidad de que las protestas puedan extenderse durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica en julio, cuando está prevista la visita del papa Francisco, advirtió Carvalho.
«Tenemos que estar preparados incluso para la (eventualidad de que) la Jornada ocurra en un clima en que estén ocurriendo manifestaciones en el país», dijo el ministro. «La coyuntura evoluciona tan rápidamente que no hay mucho cómo profetizar, decir que ocurrirá esto o aquello, sería temerario, pero tenemos que estar preparados», añadió.
La Jornada Mundial de la Juventud se celebrará en Rio de Janeiro, una de las ciudades donde las protestas han sido mayores, entre el 23 y el 28 de julio, y son esperados más de dos millones de personas en los eventos. El papa Francisco estará presente, lo que ha aumentado el interés de los fieles, ya que será su primer viaje internacional.
Por su parte, los obispos católicos de Brasil expresaron su apoyo el viernes a las protestas. «Las movilizaciones nos cuestionan a todo nosotros y comprueban que ya no es posible vivir en un país con tanta desigualdad, se sustentan en la justa y necesaria reivindicación de políticas públicas para todos, gritan contra la corrupción», dijeron.
«Los obispos manifiestan solidaridad y apoyo a las manifestaciones, siempre que sean pacíficas, que han llevado a las calles a gente de todas las edades, sobre todo a los jóvenes», indicaron en la nota divulgada por la Conferencia de Obispos de Brasil (CNBB).
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