Compromete al jefe del Ejército una denuncia en La Rioja. El general de división César Milani quedó ayer más comprometido por el testimonio de un ex preso político que ratificó que el actual jefe del Ejército participó en el proceso de su detención ilegal en La Rioja, durante la última dictadura militar.
Ramón Olivera, que estuvo preso cuatro años y medio, acusado de tener lazos con la subversión, reveló que Milani lo increpó reiteradamente durante un interrogatorio y que encabezó un allanamiento a su domicilio, en el que se llevaron detenido a su padre, en marzo de 1977.
«Me dijo: «A vos te cortamos la carrera de guerrillero»», contó a la prensa. Además, recordó que el hoy jefe del Ejército lo hostigó cuando fue llevado a declarar ante el juez federal de La Rioja Roberto Catalán, después de estar diez días incomunicado y sin que se diera aviso a su familia.
«Milani es un represor y no tiene que estar al frente del Ejército, más allá de que, al actuar en inteligencia, puede haber limpiado su legajo», planteó Olivera, que también estuvo detenido en La Plata. Su testimonio ya había sido recogido en el informe conocido como el Nunca Más de La Rioja, en 1984.
Dijo que durante su detención fue sometido a simulacros de fusilamiento, aunque no identificó a Milani entre los ejecutores.
Su denuncia se suma al rechazo que el nombramiento del jefe del Ejército provocó tanto en organizaciones políticas y sociales como en el ámbito militar.
En medio de la polémica, el Gobierno envió el pliego de Milani al Senado, donde busca el acuerdo necesario para su ascenso a teniente general.
Detenido en marzo de 1977 por su presunta vinculación con el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el ex preso político Olivera afirmó que su caso fue recogido en el informe que en 1984, tras el retorno de la democracia, elaboró la Comisión de Derechos Humanos de La Rioja, conocido como el «Nunca Más» de esa provincia, gobernada entonces por Carlos Menem.
Al detallar su caso, el ex dirigente político, que hoy tiene 58 años, contó que cuando estaba detenido en la comisaría riojana fue conducido al juzgado federal. «Milani entró conmigo a la sala y me hostigaba todo el tiempo. Me preguntaba si yo pertenecía el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y me decía que me iban a mandar a Tucumán», señaló.
Reveló que lo presionaron para que firmara una declaración en la que se autoincriminaba. «Me decían que tenía que colaborar, que ellos (los militares) estaban en el gobierno e iban a quedarse 40 años».
Olivera dijo que reconoció a Milani porque lo había visto dos días antes de su detención, durante un operativo policial realizado en su domicilio. «Él mismo había encabezado el allanamiento. En ese momento conversó conmigo y me dijo que se llevaban a mi padre por averiguación de antecedentes. Cuando me detuvieron a mí, liberaron a mi viejo, que estaba enfermo del corazón y había sufrido un ACV. Lo dejaron tirado en la vereda de mi casa», recordó el ex dirigente político riojano.
Olivera supo que el militar que lo acompañaba se llamaba Milani porque el secretario del juzgado, de apellido Armatti, le preguntó al militar sobre su ascendencia. «Retuve su nombre y lo recordé en 1984, ya en democracia, cuando declaré ante la Comisión de Derechos Humanos de la provincia».
«No tengo ninguna duda de que es la misma persona», declaró Olivera, que se sorprendió al conocer el nombre del nuevo jefe del Ejército.
«Espero que sea removido, porque es un miembro del terrorismo de Estado. Confío en que la Presidenta lo va a remover», dijo el ex dirigente riojano, que se mostró muy conforme con la política de derechos humanos desarrollada por el gobierno kirchnerista. Dijo, incluso, que la votaría.
Planteó, sin embargo, dudas sobre el futuro en las Fuerzas Armadas. «A lo mejor mañana nombran a otro, pero el que vendrá… ¿estará limpio?», dijo, al preguntarse si el área de inteligencia -cuya dirección Milani retiene en sus manos- «no se habrá encargado de limpiar los legajos y presentarlos inmaculados, como Teresa de Calcuta, para las designaciones».
En tanto, los familiares del ex soldado conscripto Alberto Ledo, que fue asistente de Milani y desapareció en 1976, insistieron en evitar el cierre de la causa judicial en Tucumán, en la que se encuentra implicado el jefe del Ejército.
«Si Milani es responsable, que pague, como están pagando todos los represores», dijo su hermana Graciela, en declaraciones radiales.
«Alberto estudiaba la licenciatura en historia en la Universidad de Tucumán y lo incorporaron al servicio militar obligatorio en febrero de 1976. Varios testigos acreditan que era asistente de Milani y que lo llevaron a Monteros, en Tucumán. Desapareció el 17 de junio de 1976. Mi madre viajó a Tucumán y los oficiales le dijeron que mi hermano había desertado», relató, al reclamar que se reabra el juicio y se cite a todos los responsables.
En el ámbito político continuaron ayer las reacciones por la designación de Milani.
El diputado nacional Miguel Bazza (UCR) anticipó que pedirá la interpelación del ministro de Defensa, Agustín Rossi, para que explique el desempeño del actual jefe del Ejército durante la dictadura militar y el levantamiento carapintada de 1987. Además, el bloque exigirá que informe sobre las tareas que la fuerza desarrolla en el área de inteligencia.
En tanto, Margarita Stolbizer (GEN) reclamó que las titulares de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, se pongan al frente del reclamo por la investigación de las denuncias que involucran a Milani.
EL CRUDO TESTIMONIO DE UN EX DETENIDO
Ramón Olivera, quien estuvo detenido en La Rioja durante la dictadura, contó ayer el terrible trato que recibió y el rol que tenía Milani en el operativo
«Me hicieron como simulacro de fusilamiento; en todo momento, al empezar el interrogatorio, era como que me iban a fusilar. Cuando me sacan a declarar, aparentemente, ellos me sacaron de la cárcel porque anduvieron mucho tiempo en vehículo, pero después me vuelven a la cárcel, yo creo que finalmente declaré dentro de la cárcel. Me decían que yo tenía que colaborar, que ellos ya estaban en el gobierno e iban a estar 40 años (…). Yo estaba ahí, él conversó conmigo y me dijo que se llevaban a mi padre por averiguación de antecedentes. Milani estaba a cargo del operativo. Él me dice que iba a ir a la cárcel, lo llevan como blanqueado. Lo que pasa es que después se demoraron, en el medio me voy al regimiento para decirle que mi padre había sufrido una embolia pulmonar tiempo antes y que estaba enfermo y necesitaba medicación. Cuando me ingresan a mí, yo creo que lo liberan a él. Pero mi viejo ya estaba con un ACV, la mitad del cuerpo paralizado y fueron y lo tiraron en la vereda de mi casa. Mi vieja y mis hermanos, de casualidad, lo encontraron allí y lo internaron»Ramón Olivera»Me hicieron como simulacro de fusilamiento, en todo momento, al empezar el interrogatorio, era como que me iban a fusilar. Cuando me sacan a declarar, aparentemente, ellos me sacaron de la cárcel porque anduvieron mucho tiempo en vehículo, pero después me vuelven a la cárcel, yo creo que finalmente declaré dentro de la cárcel. Me decían que yo tenía que colaborar, que ellos ya estaban en el gobierno e iban a estar 40 años (…). Yo estaba ahí, él conversó conmigo y me dijo que se llevaban a mi padre por averiguación de antecedentes. Milani estaba a cargo del operativo. Él me dice que iba a ir a la cárcel, lo llevan como blanqueado. Lo que pasa es que después se demoraron, en el medio me voy al regimiento para decirle que mi padre había sufrido una embolia pulmonar tiempo antes y que estaba enfermo y necesitaba medicación. Cuando me ingresan a mí, yo creo que lo liberan a él. Pero mi viejo ya estaba con un ACV, la mitad del cuerpo paralizado y fueron y lo tiraron en la vereda de mi casa. Mi vieja y mis hermanos, de casualidad, lo encontraron allí y lo internaron» (Ramón Olivera)
CARRIÓ Y SOLANAS PRESENTARON UNA DENUNCIA PENAL
Los diputados Elisa Carrió y Fernando «Pino» Solanas presentaron ayer una denuncia judicial contra el jefe del Ejército, César Milani, por presunto enriquecimiento ilícito y violación de la ley de defensa nacional, al utilizar «la inteligencia militar para cuestiones de política interna».
Los precandidatos de la alianza UNEN presentaron la denuncia penal en los tribunales de Comodoro Py y la causa quedó a cargo del juez federal Daniel Rafecas. Se basaron en el informe periodístico presentado en el programa de TV Periodismo para todos y afirmaron que «el patrimonio de Milani es incongruente con sus ingresos como miembro de las Fuerzas Armadas»..
Del editor: qué significa.
El objetivo de contar con una estructura de inteligencia afín le está costando caro a Cristina. El caso Milani sigue los pasos de la polémica por Reposo
Fuente: La Nación
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