Candidatos opositores que quieren renovar su banca, al tope de los más faltadores. El dato surge de un relevamiento de LA NACION DATA sobre los 74 diputados nacionales que aspiran a extender su mandato; con asistencia perfecta figuran varios oficialistas
El compromiso de un legislador con la tarea parlamentaria en el Congreso se mide por distintos parámetros: los proyectos que presenta, los discursos que pronuncia en el recinto, cómo vota cada ley, su presencia en las comisiones y, no menos importante, la asistencia a las sesiones en el recinto.
En la Cámara de Diputados, donde las sesiones suelen prolongarse, al menos, nueve horas consecutivas, ya es considerado un mérito que un legislador permanezca sentado en su banca en los debates.
En esta elección legislativa, cuyas primarias se celebrarán el próximo domingo, hay 74 diputados nacionales de todo el país que pretenden renovar sus bancas en la Cámara baja o bien dar un salto al Senado. De acuerdo con un relevamiento que efectuó LA NACION DATA, de aquel universo de 74 candidatos los legisladores de la oposición son los que exhiben mayores índices de inasistencia al recinto en los últimos tres años y medio.
Es decir, desde que asumieron su mandato, a fines de 2009, hasta la última sesión, el 3 del mes pasado. El informe tuvo en cuenta un total 57 reuniones (entre sesiones y asambleas legislativas), que se celebraron durante los cuatro períodos ordinarios de sesiones del Congreso.
En el ranking de diputados con más faltazos al recinto figura, en primer lugar, Mauricio Ibarra, de Unión de San Juan, quien busca renovar su banca, seguido por Elisa Carrió, que competirá en elecciones internas este domingo en el frente UNEN como precandidata a diputada nacional por la Capital. Siguen en la lista el riojano Jorge Yoma, quien si bien no se desvinculó formalmente del Frente para la Victoria compite como candidato opositor en su provincia y se enfrentó duramente con la Casa Rosada en los últimos tiempos. Y Ramón Puerta, de Misiones, del peronismo disidente. La única legisladora oficialista en la nómina de los ausentes es la bonaerense Dulce Granados, esposa del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, quien comparte el podio con Liliana Terada, diputada por Capital de Unidad Popular. Al final del ranking figura Francisco de Narváez, del Frente Peronista, quien busca un tercer período parlamentario como candidato a diputado por Buenos Aires.
El kirchnerismo, en cambio, mostró mejores índices de asistencia en el mismo lapso evaluado. Esto demuestra la férrea disciplina interna que rige dentro del oficialismo, clave para alcanzar el quórum y aprobar las leyes que exige la Casa Rosada. Los kirchneristas Luis Cigogna, María Teresa García, Carlos Kunkel y Alex Ziegler tienen asistencia perfecta, al igual que Roberto Robledo, del PJ de La Pampa, aliado del oficialismo.
El único opositor que no faltó a ninguna sesión (de los que quieren renovar su banca, claro) es el diputado y candidato radical Ricardo Gil Lavedra.
SISTEMA DE RECUENTO
¿Cómo es el sistema de toma de asistencia en el recinto de la Cámara de Diputados? Según explicaron a LA NACION fuentes parlamentarias, la asistencia se toma no bien el diputado pone un pie en el recinto; el que lo registra es el personal jerarquizado de la Cámara baja, que lo hace manualmente.
Se trata de estadísticas que desde hace tiempo se publican en la página web oficial de la Cámara baja, por lo que cada diputado puede consultarlas y pedir, si correspondiere, alguna corrección en el caso de que haya alguna inexactitud en los datos registrados.
«En realidad, es un sistema bastante benévolo para el legislador, pues la asistencia queda asentada no bien el legislador entra al recinto; no se tiene en cuenta si dio o no quórum o si se sentó en la banca por unos minutos y después se fue», indicaron las fuentes parlamentarias consultadas.
De todas maneras, algunos legisladores, al ser consultados por LA NACION por sus inasistencias, despotricaron contra ese sistema.
«No está claro el criterio del registro de asistencia. En la página web se publican ausencias mías que yo no tengo computadas. Por eso mandé una nota a la presidencia de la Cámara baja [a cargo del oficialista Julián Domínguez] para que ratifique o rectifique la información», indicó a LA NACION el diputado Ibarra, primero en el ranking de faltazos al recinto.
En el mismo sentido se expresó la diputada Parada. «Ése es un registro no oficial de datos que se toma en forma manual. A diferencia de lo que sucede con las votaciones nominales, no hay un control mecánico de las asistencias, por lo cual es falible. De hecho, al revisar mis inasistencias compruebo que aparece como ausencia injustificada un viaje que hice este año a Panamá por el Frente Parlamentario contra el Hambre», cuestionó.
La cuestión de las asistencias al recinto ya fue motivo de discusiones de campaña sobre todo en el seno de la oposición. Es lo que sucedió entre Ricardo Gil Lavedra, precandidato a diputado de Juntos, con Carrió, su rival en las primarias.
Gil Lavedra, que tiene asistencia perfecta, le recriminó a Carrió, en el reciente debate en el programa televisivo A dos voces, su ausencia en la votación de leyes clave, como la ley antiterrorista, la norma que sancionó la ley para regular el mercado de papel de diarios, la de tenencia de tierras para extranjeros o la iniciativa oficial para impulsar el traspaso del subte a la Capital, entre otras.
Carrió respondió: «Es verdad, yo falté a esas sesiones. Después de la derrota [de 2011] he tenido gravísimos problemas de salud y él [por Gil Lavedra] lo sabe. Esas licencias son dos. Una corresponde a una operación por mi altísima diabetes y la otra, porque se recibía mi hijo, que vive en el Chaco».
En rigor, según el informe de la Cámara de Diputados, Carrió faltó a 17 sesiones en estos tres años y medio, y sólo presentó dos licencias por enfermedad. Por su parte, De Narváez, al ser consultado por este diario por sus ausencias, al principio se mostró sorprendido, pero luego admitió que «es un error».
«No me parece bien estar ausente. Es un error. Viajo mucho por la provincia y hay sesiones que están fuera de agenda. No es la prioridad que debo tener como diputado. Será una de las falencias que deberé corregir», admitió.
Fuente: La Nación
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