Sólo 22 intendentes de ciudades lograron imponer sus propias listas. Más de la mitad de los jefes comunales fracasaron en el intento de hacer ganar las nóminas de sus partidos políticos.
Entre las múltiples curiosidades que dejaron las elecciones abiertas obligatorias del último domingo puede destacarse el hecho de que sólo 22 intendentes cordobeses que gobiernan ciudades de más de 10 mil habitantes, pueden demostrar como pergamino haber logrado imponer como la opción más votada por sus respectivos vecinos las propias nóminas partidarias.
Aunque del total de 47 dirigentes que gobiernan ciudades sólo cinco integraron listas de candidatos (Martín Llaryora y Germán Pratto en UPC, Juan Pablo Rujinsky en la UCR, Eduardo Accastello y Juan Pereyra en el Frente para la Victoria), los restantes igual arriesgaron de manera indirecta parte de su prestigio como caudillos regionales en las últimas Paso.
Dentro de la alianza oficialista de Unión por Córdoba que conformaron las listas de Juan Schiaretti (Movimiento de Unidad Peronista) y de Martín Llaryora (Frente Renovador) deben destacarse los triunfos registrados en las ciudades de San Francisco (donde administra Llaryora), Alta Gracia (gobierna Walter Saieg), La Calera (Rodrigo Rufeil), Villa Allende (Jorge Colombo), Deán Funes (Germán Faccin), Laboulaye (Julio Napoli), Morteros (Germán Pratto), Almafuerte (Adrián Sforza), Hernando (Jorge Yamul), Pilar (Diego Bechis), Marcos Juárez (Eduardo Avalle), Bell Ville (Nelson Ipérico), Brínkmann (Gustavo Tévez), Coronel Moldes (Jorge Costanzo), La Carlota (Fabio Guaschino) y Malagueño (Pedro Ciarez).
Sólo perdieron en sus respectivos territorios los intendentes de Oncativo (Osvaldo Vottero contra la UCR) y de Río Ceballos (Sergio Spicogna contra el PRO), pese a que ambos tienen buenas imágenes de gestión ante sus vecinos.
Las fuerzas opositoras
En el radicalismo el balance fue por demás negativo ya que sólo resultaron victoriosos el domingo los titulares de los Departamentos Ejecutivos de Malvinas Argentinas (Daniel Arzani), Mendiolaza (Daniel Salibi), Vicuña Mackenna (Héctor Laborde) y General Cabrera (Carolina Eusebio de Bosio).
Por contrapartida, y pese a los mayores o menores esfuerzos que hicieron, no pudieron evitar la derrota de la UCR en sus respectivos territorios los intendentes de Córdoba Capital (Ramón Mestre), Río Cuarto (Juan Jure), Río Tercero (Alberto Martino), Cruz del Eje (Francisco Esteban), La Falda (Eduardo Arduh), Capilla del Monte (Gustavo Sez), Villa del Rosario (Roberto Herrera), Río Segundo (Javier Monte), Arroyito (Mauricio Cravero), Las Varillas (Juan Pablo Rujinsky), Monte Cristo (Fernando Gazzoni), Colonia Caroya (Luis Grión) y Huinca Renancó (Oscar Saliba). No obstante, este balance negativo no necesariamente se repetiría ante una hipotética elección de cargos locales.
Dentro del kirchnerista Frente para la Victoria sólo ayudaron con éxito a que se impusiera la nómina liderada por Carolina Scotto los intendentes de Villa María (Eduardo Accastello) y Villa Nueva (Guillermo Cavagnero).
En cambio, fracasaron en similar intento los alcaldes “k” de Villa Dolores (Juan Manuel Pereyra), Leones (Lorena Bussi), Cosquín (Gustavo Villanueva), Corral de Bustos (Héctor Pagani) y Santa Rosa de Calamuchita (Claudio Chavero).
Por su parte, los cuatro intendentes del Frente Cívico que gobiernan otras tantas ciudades fracasaron de manera absoluta en su objetivo de llevar al triunfo a la lista liderada por Ernesto Martínez.
Así debieron conformarse con muy pobres performances legislativas los alcaldes de Oliva (Oscar Tamis), Unquillo (Germán Jalil), Jesús María (Gabriel Frizza) y Saldán (Juan Carlos Saharatian).
Finalmente, debe recordarse que los intendentes de Villa Carlos Paz (Esteban Avilés) y de General Deheza (Elma Escatolini) no apoyaron a ninguna lista legislativa por lo que quedaron al margen de cualquier especulación política sobre el resultado electoral que se dio en sus respectivos territorios y que en ambos casos favoreció a la sumatoria de las dos listas de Unión por Córdoba.
Fuente: La Mañana
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