La implementación de medidas destinadas a fomentar el crecimiento económico, la reducción del desempleo, el estímulo a la inversión y evitar la volatilidad de los flujos de capitales son los ejes centrales del documento denominado «Plan de San Petersburgo» que aprobaron hoy los presidentes y jefes del Gobierno de los países que integran el Grupo de los 20 (G-20).
A pesar de las acciones llevadas adelante durante los últimos años, reconocen que la recuperación de la economía global «es muy débil» y advierten que en los meses precedentes «aumentó la volatilidad del mercado financiero» internacional.
A lo que agregan que «la volatilidad de los flujos de capital repercuten sobre las economías emergentes, lo que se traduce en un menor crecimiento».
El documento final del G-20 fue presentado por el presidente ruso, Vladimir Putin, en una conferencia de prensa que significó el cierre de la Cumbre.
Putin sostuvo que si bien «el crecimiento económico se está acelerando, los riesgos siguen siendo muy altos» y por ese motivo el principal objetivo pasa por «promover el crecimiento y la creación de nuevos puestos de trabajo principalmente mediante el fomento de la inversión, la promulgación de normas eficaces y aumentar la confianza en los mercados».
El presidente ruso subrayó además que «por primera vez en la historia, se ha propuesto un enfoque integral en la formulación de políticas destinadas al mercado laboral, en particular en lo que respecta a la creación de empleos de calidad vinculados al desarrollo económico de cada país», en los que se deberán tener en cuenta las condiciones macroeconómicas, financieras y sociales.
Putin también subrayó las medidas de reforma de política fiscal que se consensuaron durante esta cumbre y citó como ejemplo la decisión de condenar el accionar de las denominadas «guaridas fiscales» como una forma de combatir la evasión.
Esta explicitación de los hasta ahora denominados «paraísos fiscales» -de aquí en más «guaridas fiscales» está en línea con las presentaciones que realizó Argentina durante los últimos años en el seno del G-20.
En lo que respecta al comercio internacional, Putin dijo que «el G20 ha reafirmado su apoyo a un sistema de comercio multilateral» y al rol que cumple la Organización Mundial del Comercio (OMC) en ese sentido.
«También nos hemos puesto de acuerdo para limitar las políticas proteccionistas en el comercio mundial y extender respectivos compromisos de los países hasta 2017. Además trabajaremos para aumentar la transparencia de los acuerdos comerciales regionales y de tener a cumplir con los requisitos de la OMC», agregó el mandatario ruso.
El Plan de San Petersburgo, de corte eminentemente económico-financiero, ubica al G-20 por encima incluso de este plano al sostener que la importancia del foro como un espacio de «diálogo abierto y comprometido» en el que a partir de un trabajo conjunto se puede «construir un entendimiento común de las cuestiones políticas complejas y alcanzar soluciones».
Si bien el documento final no habla de la situación en Siria y de la amenaza de EEUU de llevar adelante un ataque militar, cuestión que fue ampliamente tratada por los presidentes del G-20 por afuera de la agenda oficial, este último párrafo ubica al foro como un espacio en el que los problemas de índole geopolítico también son abordados.
Fuente: Telam
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