La mitad más uno, mal con la balanza el 51 por ciento de los habitantes de Córdoba capital padece sobrepeso. Además, estar casado y no estudiar son factores de riesgo alimenticio.
La mitad más uno de los cordobeses de la capital provincial padece sobrepeso. Y un 17 por ciento, obesidad. Así lo demuestra un estudio realizado por la Escuela de Nutrición de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) que, además, detectó que estar casado y consumir cierto tipo de alimentos aumentan las chances de tener problemas a la hora de enfrentarse con la balanza.
“La Obesidad en Córdoba: estudio de su prevalencia e identificación con factores de riesgo” es una tesis doctoral realizada por la investigadora Laura Aballay.
Abarcó una muestra de 4.328 personas, mayores de 18 años y residentes en la ciudad de Córdoba. Es el primer estudio de base poblacional del país que también midió, pesó y entrevistó cara a cara a los integrantes de la muestra.
Los resultados fueron sorprendentes: el 17 por ciento de la población es obesa y el 34 por ciento va en ese camino, es decir, tiene “preobesidad”. Ambos indicadores suman el 51 por ciento que es la que se considera como “sobrepeso”. Con estos números, Córdoba se ubicaría cuarta en el ranking latinoamericano de personas excedidas de peso, sólo por debajo de Chile (con el 59,7 por ciento de la población), Perú (55,5) y Uruguay (52,5 por ciento).
“Los datos son preocupantes y forman parte de una tendencia mundial. La globalización nos hace adoptar parámetros de alimentación de países como Estados Unidos, que están reportando cifras alarmantes de obesidad. Naciones en las que ya no se sabe qué hacer para reducir el consumo de alimento chatarra”, cuenta la investigadora cordobesa.
¿Mejor solteros? El estudio, que fue presentado el año pasado, analizó además los factores de riesgo y de protección en la muestra analizada. Las personas estudiadas fueron evaluadas entre 2004 y 2010. Esta investigación confirmó algunos datos curiosos que forman parte del imaginario popular. Por ejemplo, que estar casado o vivir en pareja aumentan las chances de padecer obesidad.
“El sobrepeso aumenta en casados, en comparación con solteros, viudos y divorciados. Y hay estudios que lo demuestran. Se sospecha que los que estaban en pareja se relajan con el aspecto físico. Además aumenta el consumo de comidas calóricas ya que posiblemente haya alguien en la casa que las prepare”, explica Aballay.
En el grupo de cordobeses en deuda con la balanza se reportó un consumo frecuente de tubérculos (papa y batata), cereales (harinas y arroz) y grasas (carnes). En cambio, los que reportaron un peso normal confesaron consumir más lácteos y legumbres. También practicaban más ejercicio físico (ver aparte). “La obesidad es una enfermedad que aumenta y la tendencia es mundial. Creo que la única forma de bajar estos índices es con la educación. Los niños, desde muy pequeños, tienen que ser concientizados sobre qué consumir y qué no al igual que sus familias”, dijo la investigadora.
Hay equipo en la UNC. El estudio fue realizado por Laura Aballay, integrante de la Cátedra de Estadística y Bioestadística de la Escuela de Nutrición de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue dirigido por María del Pilar Díaz. Colaboraron Lorena Viola, Alejandra Celi y un equipo de alumnos encuestadores de la facultad.
Hábitos
La investigación cordobesa detectó que ciertos hábitos funcionan como factores de riesgo (aumentan las probabilidades de padecer sobrepeso), y otros son protectores (reducen las chances).
Factores de riesgo
En pareja. Hay mayores índices de sobrepeso en casados o en concubinato. Se sospecha que uno se relaja con el aspecto físico, ya no preocupa tanto cómo luce y además come con más calorías.
La pancita. Una circunferencia de cintura mayor al promedio de la población (los famosos “flotadores”) es señal de sobrepeso.
Combo calórico. Consumir mucha pasta, arroz y papa aumenta las chances de sobrepeso. También las gaseosas y jugos: ¡consumimos medio litro por día!
Factores Protectores
Estudiosos. El estudio detectó que el riesgo de sobrepeso disminuye en grupos o personas con niveles altos y medios de instrucción. También en sectores sociales con menos urgencias económicas.
Cigarrillo. El estudio demostró que las personas fumadoras tienen menos grasa corporal que el promedio de los individuos estudiados.
Tacones y rouge. Las mujeres tienen menos chances de tener preobesidad que los hombres. Pero en la obesidad, la proporción se invierte.
Combo light. Los cordobeses que consumían lácteos (principalmente leche) y algunas legumbres (como lentejas, porotos y soja) registraron menos sobrepeso que el promedio. También los que practicaban suficiente actividad física.
Fuente: Día a Día
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