El embajador argentino en Japón, Raúl Dejean Rodríguez, aseguró que «hasta el momento no hay reportes» de compatriotas heridos por el devastador terremoto registrado. En ese país viven unos 4500 compatriotas.
El embajador argentino en Japón, Raúl Dejean Rodríguez, aseguró que «hasta el momento no hay reportes» de compatriotas heridos por el devastador terremoto registrado.
Respecto de «los ciudadanos de la colonia argentina, que es de 4500 personas, no hemos tenido ninguna información por parte de las autoridades locales que hayan sufrido algún percance. Hasta este momento no hemos tenido ningún reporte», expresó.
Dejean Rodríguez, quien está en Tokio desde hace tres meses, contó que el movimiento se sintió a las 14.45, hora local en Japón, «de manera muy fuerte». Indicó que el terremoto no afectó «la parte estructural» del edificio de la embajada argentina, que tiene 18 años, y solamente se registraron «daños menores».
«Las personas que estábamos trabajando aquí no hemos sufrido ningún percance. Pensé que era algo más habitual, sin embargo personal local japonés de la embajada dijo que nunca había vivido algo de esta magnitud. Tuvimos que evacuar el edificio», señaló.
‘Nadie se imaginó una cosa así’
Analia Sabarots es un argentina que hace 22 años vive en Japón. ‘Todo es de terror. Nadie se imaginó una cosa así’, dijo en comunicación telefónica con Univision.com desde su hogar en Iwakuni, una ciudad ubicada cerca de Hiroshima, en el extremo sur de la isla.
El fuerte tsunami desencadenado el viernes por el terremoto más poderoso en la historia de Japón causó la muerte de más de mil personas, mientras que se reportan decenas de réplicas de gran intensidad en la región.
La Agencia Meteorológica de Japón dijo que el terremoto de 8.9 grados generó un tsunamo minutos después que causó daños irreparables en ciudades ubicadas en la costa nororiental japonesa.
El último sismo ocurrió antes del amanecer a una profundidad de 10 kilómetros (6 millas) y a unos 170 kilómetros (105 millas) al norte de Tokio.
En tanto, seguían vigentes las alertas de tsunami en lugares tan distantes como Sudamérica, México, toda la costa este de Estados Unidos, Canadá y Alaska. La ola cruzó Hawai, donde inundó las zonas bajas, pero sin causar daños importantes.
Si bien ella y su familia no sintieron tan de cerca el impacto del feroz terremoto seguido del tsunami, relató que se salvaron de milagro ya horas antes de la tragedia, habían estado en Tokio, ciudad cerca de epicentro del sismo.
‘Ayer estuvimos en Tokio haciendo trámites para la Universidad de mi hijo de 20. Fuimos con la idea de quedarnos ahí dos días. Hicimos todo el día que llegamos, el 9 de marzo. Fuimos en el Tren Bala, nos movilizamos y enseguida conseguimos departamento. Y como teníamos reservado el hotel, nos quedamos esa noche pero cancelamos la noche siguiente’, relató aún conmocionada mientras miraba en la pantalla de TV las imágenes de la tragedia.
‘Si bien queríamos volver en un autobús, no conseguimos pasajes así que regresamos en el Tren Bala, que es costoso. Como hay tanta frecuencia, conseguimos enseguida así que salimos a las cuatro de la tarde y las nueve de la noche estábamos de regreso en casa, gracias a Dios’.
‘Todo es un desastre. Los únicos programas que hay en la TV están relacionados con el terremoto. Ahora están alertando a la gente para que esté en lugares seguros porque se prevé que hay un movimiento del otro lado de la isla, en el Mar de Japón, en la zona de Nígata’, añadió.
‘Y están contínuamente notificando dónde hay movimientos. Hay algunos que no se perciben con el cuerpo. Es tremendo, es desesperante. Nadie se imaginó una cosa así’.
Analía Sabarots está casada con un japonés de 48 años, Hiroshi Matsukami, quien trabaja de intérprete en una gigantesca base naval norteamericana muy cerca de su casa. Tienen dos hijos, uno de 20 y otro de 18 años. Ella es oriunda de General Acha, un pueblo de unos 10,000 habitantes en la provincia de La Pampa,.
‘Nosotros estamos en la punta sur de Japón, cerca de Hiroshima. A nosotros nos resguardan cuatro islas grandes, todos estamos pendientes, esto no se sabe qué es lo que va a pasar. Ahora están diciendo que en la zona donde está previsto un movimiento fuerte no hay trenes, se paró todo. Ahora están diciendo que hay mil muertos y desaparecidos’.
¿Tenés conocidos o familiares en la zona del sismo?
Tengo una amiga en una base norteamericana en Tokio pero no me he podido comunicar. Todo el mundo está pegado al televisor, todo es de terror.
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