Capitanich llamó a «defender la mesa de los argentinos». Apoyó la agricultura familiar, y advirtió que «las grandes cadenas se apropian del esfuerzo de los que trabajan a sol y a sombra»
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, llamó ayer a defender «la mesa de los argentinos» y a concretar un mecanismo transparente de formación de precios que defienda los ingresos de los productores agropecuarios familiares. Porque de lo contrario –dijo– «las grandes cadenas (de comercialización) se apropian del excedente y del esfuerzo que hacen los que trabajan a sol y a sombra».
El funcionario efectuó ese llamamiento en la inauguración de una estación experimental del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el municipio bonaerense de Ituzaingó, ante funcionarios nacionales, provinciales y municipales y más de un centenar de pequeños productores.
En este nuevo espacio creado por el INTA, Capitanich les señaló a sus interlocutores que «merecen un mecanismo transparente para fijar los precios del mercado, porque si no las grandes cadenas se apropian de sus esfuerzos».
El jefe de Gabinete habló ante las atentas miradas del gobernador bonaerense, Daniel Scioli (ver página 16); el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela; el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; el intendente local Alberto Descalzo y más de 30 jefes comunales de la provincia.
Los párrafos centrales del mensaje de Capitanich estuvieron dirigidos fundamentalmente a los representantes de la agricultura familiar. «Defender el precio de lo que ustedes producen no es sólo defender la mesa de los argentinos, sino el sacrificio que hacen todos los días», remarcó.
Como una de las medidas para concretar esa defensa de la rentabilidad de ese sector de la agroeconomía, Capitanich puntualizó que «el gobierno nacional está impulsando el financiamiento de centrales agroalimentarias en ámbitos y regiones estratégicas».
También destacó que, «en la Argentina, la estrategia de sustitución de importaciones implica que hoy podamos batir récords de producción de maquinarias, lo que significa más empleo y mejores condiciones de producción».
El jefe de los ministros también narró a los productores aristas de su experiencia de gestión en la materia en Chaco, provincia que gobernó hasta su desembarco en la Rosada. «(En Chaco) hemos tenido la experiencia de organizar 14.500 productores de agricultura familiar a través de aproximadamente 88 consorcios de servicios rurales. Y logramos que el impuesto inmobiliario rural tenga un efecto redistributivo» celebró. «La agricultura familiar tiene un gran desafío, porque abarca personas capaces de alimentar a miles y miles de argentinos», enfatizó el ex gobernador.
Por su parte, el nuevo ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, entregó aportes a 33 municipios bonaerenses para fomentar la producción hortícola, florícola, tambera y de granja. La entrega de fondos se enmarcó en el lanzamiento de la V Etapa del Programa Nacional de Agricultura Periurbana (PNAP) para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El programa es ejecutado desde 2008 en 12 provincias y 132 municipios de todo el país. Y prevé una producción de 1,3 millón de toneladas de productos frescos, incorporados diariamente a la demanda de los consumidores locales. «
La cifra 14 son los millones de argentinos que se alimentan a partir de la producción agrofamiliar, informó el ministro Casamiquela.
Tres visiones sobre el acuerdo de precios y sus consecuencias
CÁMARA ARGENTINA DE SUPERMERCADOS: El vocero de la CAS, Fernando Aguirre, adelantó que los precios de la canasta de entre 175 y 200 productos que regirá a partir del 1 de enero «son razonables y realistas», pero reconoció que «nadie puede suponer que con esto ya es suficiente» ante la inflación que se registra en el país.
«Si estuviera todo bien, no hubiéramos firmado ayer un acuerdo de precios, no está todo bien», se sinceró Aguirre, quien remarcó que hay que «apoyar y poner el hombro para ayudar todo lo que se pueda». De esta manera, se refirió al convenio firmado entre el gobierno y las principales cadenas de supermercados e industrias proveedoras para una canasta de entre 175 y 200 productos por el plazo de un año y que podrá ser ajustado a la alza o a la baja por estacionalidad.
«Es un primer paso interesante para poder comenzar a trabajar sobre los aumentos de precios, inflación o como se lo quiera llamar. Nadie puede suponer que con esto ya es suficiente, pero sí es un paso necesario», expresó Aguirre.
HÉCTOR MÉNDEZ: El titular de la UIA consideró que en 2014 habrá «un tironeo de un lado y del otro» por los salarios y estimó que «va a ser un año de combate, pero en el buen sentido, para trabajar y resolver cosas».
«El 2014 va a ser un año de combate. Pero en el buen sentido, para trabajar y resolver cosas», advirtió Méndez, quien consideró que las negociaciones salariales son una de las «incógnitas» del año próximo.
El dirigente fabril señaló: «La gente va a hacer el reclamo que cree que necesita, y es razonable», dijo, y mostró su preocupación por la «total pérdida de rentabilidad» de la industrial: «Será un tironeo de un lado y del otro», vaticinó.
El empresario pidió «manejarse con prudencia e idoneidad desde el punto de vista económico y político», y consideró que la cuestión del tipo de cambio «ha mejorado mucho». «Sin duda se ha mejorado mucho. Pero la devaluación en sí misma no tiene ningún valor si no se la acompaña de otras medidas. Si se la deja libre (la valorización del dólar) sube de nuevo», puntualizó.
SERGIO MASSA: El diputado nacional del Frente Renovador consideró que es necesario «reconocer el problema inflacionario, recuperar su seriedad estadística y armar un programa integral de lucha contra la inflación».
Massa cuestionó el nuevo acuerdo de precios anunciado por el gobierno y vaticinó que fracasará. El dirigente opositor sostuvo que «los precios están disparados, la inflación está fuera de control», y agregó: «Por eso insistimos con que estas políticas van a un nuevo fracaso. Argentina necesita reconocer el problema inflacionario, recuperar su seriedad estadística y armar un programa integral de lucha contra la inflación.»
«En los supermercados hay 40 mil productos y van a controlar 180. Es una gran mentira. Basta con mirar los precios de la canasta de Navidad de diciembre del año pasado con la de este año, de 15 a 49 pesos», sostuvo Massa.
Fuente: Tiempo Argentino
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