Registro Civil Municipal en 2013, anotó a 23.474 niños, un 8% más que en todo 2012.
Es el mayor salto observado en los últimos años
¿Más ganas de procrear? ¿Una suba en la cantidad de padres que cumplen con la responsabilidad de inscribir a sus hijos recién nacidos y darles identidad? ¿Alguna falla en los programas estatales de control de la natalidad que suministran anticonceptivos? ¿O un mayor flujo de inmigrantes dando a luz y anotando su descendencia en esta ciudad?
Algunos de los motivos que se ensayan, sólo a modo de hipótesis, desde el Registro Civil municipal a la hora de explicar el fuerte salto en la cantidad de nacimientos registrados por esa dependencia en 2013, una de las mayores subas interanuales de los últimos años.
Según las estadísticas oficiales del Registro, durante el año pasado fueron anotados 23.474 nacimientos en esta ciudad, más de un 8 por ciento por encima de los 21.714 registrados en 2012.
Se trató de 1.760 bebés más, una suba que las autoridades califican como significativa. “No sabemos por qué se han creado más niños. Tampoco podemos decir que los papás hayan tomado más conciencia de inscribirlos y a eso se deba la suba.
Lo cierto es que no tenemos claro qué factor la explica”, ensayó Adrián Lopresti, subdirector del Registro que valoró como “importante” el aumento en los nacimientos.
El funcionario, de larga trayectoria dentro de esa dependencia, explicó que tampoco hubo cambios en el mecanismo de los trámites o en la inscripción que puedan haber detonado el incremento. “Hace tiempo venimos implementando sistemas para facilitar la atención, como el turnero, mayor personal y la habilitación de los CPC; pero o son anteriores a 2013 o han provocado efectos cualitativos, como redistribuir la afluencia de gente desde la oficina Central a los CPC; no explican la estadística”, apuntó.
Fértil apagón. “Los sectores de mayores recursos económicos y culturales controlan la fecundidad y por lo general la mantienen estable. Son los estratos más vulnerables los que suelen registrar cambios más abruptos que en general no son por decisión”, explicó Mari Franci Álvarez, demógrafa e integrante de la Red Nuestra Córdoba.
Y citó a los cortes o cambios en los programas estatales de control de la natalidad (que aplican o distribuyen en forma gratuita anticonceptivos) como causa más habitual de esos “cambios abruptos”.
Ante la consulta realizada por este diario, personal de algunos dispensarios municipales aseguró no tener registro de que durante 2012 (año en el que se supone fueron concebidos gran parte de los bebés anotados en 2013) haya habido alguna dificultad o cambio particular en esa clase de planes, más allá de las habituales subas y bajas en la provisión de medicamentos.
“Los nacimientos están en relación a la cantidad de mujeres, un factor puede ser que haya habido más mujeres y no más fecundidad, por ejemplo”, estimó Álvarez. La demógrafa remarcó que en aquellos sectores sociales donde la natalidad es más estable (medios y altos) son factores extraordinarios los que la experiencia asocia a picos repentinos: “crisis económicas, guerras, catástrofes y hasta cortes de luz, como el gran apagón de Nueva York de 1965”.
Ese año, la ciudad norteamericana sufrió un fallo en el sistema energético durante 14 horas, y a los nueve meses los índices de natalidad subieron de modo inédito.
¿Suena loco? No tanto al pensar en el desempeño de la Epec en los últimos años.
Benjamín liquidó el efecto Francisco
Por algo a los cordobeses nos dicen conservadores… Benjamín, el nombre que desde hace más de un lustro es el más elegido para los recién nacidos anotados en esta ciudad, volvió a reinar en 2013.
Atrás, en cuarto lugar, quedó el “efecto Papa”: el ascenso de Francisco, el mismo nombre elegido por Jorge Bergoglio para su papado que, por casualidad, también fue el apelativo más usado en 2012 (antes de la designación del religioso), destronando por única vez en los últimos años a Benjamín.
En los primeros meses de 2013, Francisco protagonizaba un auge que los empleados del Registro Civil municipal atribuían a la popularidad del sucesor de Benedicto. Sin embargo, en el conteo final, Francisco quedó cuarto en el “Top 10” de los más elegidos, debajo del citado Benjamín, Santino y Thiago.
“Quizá sea tan popular porque refiera muy directamente a un niño, un bebé. Nos llama la atención cómo lo usa la gente”, dijo Adrián Lopresti, subdirector del Registro Civil en relación al éxito inoxidable de Benjamín.
Para las nenas, la lista tampoco tuvo sorpresas: Martina, justamente el nombre asignado a la primera beba nacida en 2013, encabezó la lista de preferencias (429 pequeñas). Fue seguida por Valentina (409), Jazmín (376), Alma (297) y Victoria (295), en ese orden. Todos ellos vienen figurando entre los nombres más usados de los últimos años.
Fuente: Día a Día
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