Premios Oscar 2014: 12 años de esclavitud se consagró como la mejor película del año. En una ceremonia con pocas sorpresas, el film de Steve McQueen se llevó tres estatuillas, entre ellas, el premio máximo amos sinceros.
No había una gran expectativa en torno a esta entrega de los Oscar: las categorías que suelen encender los debates -mejores actuaciones- tenían firmes ganadores desde que se conocieron las candidaturas, y si bien había nueve nominadas a mejor película el resultado se debatía entre dos: Gravedad y 12 años de esclavitud .
Ninguna de ellas generó fanatismos de manera que las repercusiones, una vez concluida la noche con un premio grande para cada una – el de mejor director para Alfonso Cuarón, de Gravedad , y el de mejor película para la historia de Solomon Northup -, fueron tibias.
Sí se habló de la ceremonia , y eso es una novedad. Hacía tiempo que una entrega de los premios de la Academia a lo mejor del cine de Hollywood no daba lugar a tantos episodios hilarantes y desopilantes para repasar una y otra vez en el anecdotario de ceremonias que cumplió anoche su edición número 86.
En primer lugar, todo se retrasó mucho. Desde Los Angeles habían llegado las noticias de que un diluvio tras otro no daba respiro a los organizadores de los premios, que pensaban que la lluvia arruinaría la velada. Sin embargo, a la hora señalada, la lluvia cesó, y las celebrities pudieron desfilar por la alfombra roja que se inauguró a las 20, pero recién vio llegar a sus más esperados personajes a partir de las 21.
Hicieron ominosas entradas las candidatas -luego ganadoras- Cate Blanchett y Lupita Nyong’o, en sendos vestidos que hicieron las delicias de los fashionistas de todo el mundo e ingresaron directo en el podio de las mejores vestidas.
Jared Leto causó furor al llegar con su madre, a quien agradeció varias veces el haberlo acompañado a la gala y se sintió un sonoro griterío de las fanáticas de este músico que se consagró con un Oscar al mejor actor de reparto por su papel en Dallas Buyers Club .
Jennifer Lawrence no pudo evitar dar la nota: si en las premiaciones más recientes cautivó con su «photobombing», esta vez repitió un blooper que la hizo muy popular el año pasado, ¿se acuerdan? Sí, caerse delante de todo el mundo.
«Jennifer Lawrence no voy a hacer mención a lo que te pasó en la ceremonia pasada. Para los que no saben, se cayó. Ah, y ahora también se cayó cuando llegó a la alfombra roja», lanzó Ellen DeGeneres al inaugurar la ceremonia, a las 22.30 (hora argentina), de pie en el escenario con un traje negro, fiel a su estilo, en un monólogo en el que se burló de todos y provocó largas carcajadas. La presentadora comenzó la noche con el pie derecho y fue sin dudas lo mejor de la ceremonia.
Manejó al público como si estuviera en su programa de televisión, improvisó situaciones de lo más divertidas -la mejor, cuando pidió pizzas y obligó a Brad Pitt a repartirlas entre los presentes-, se bajó del escenario para interactuar constantemente con su afamada platea y se fue la reina de las redes sociales.
Se convirtió en la mejor transmisora de los premios sin otro intermediario que su celular, e inauguró así una nueva forma de lucirse como anfitriona: ella misma provocaba que lo que hacía en el escenario se viralizara en la web. ¿Cómo? Sacándose fotos en vivo y tuiteándolas también en vivo . La comunicación multiplataforma en su máxima expresión.
El primer premio de la noche fue para Jared Leto. Ninguna sorpresa. «En 1971, en Louisiana una chica adolescente estaba embarazada, había abandonado la secundaria, madre soltera y logró hacer de su vida algo especial.
Esa chica es mi madre, y está aquí esta noche. Te quiero decir que te amo, te adoro», dijo en un sentido discurso de agradecimiento y agregó: «Matthew, te quiero mucho.
Y esto es por los 36 millones de personas que han perdido la batalla contra el sida y para los que alguna vez sufrieron alguna injusticia por ser quienes son. A todos los soñadores del mundo que están viendo esto esta noche, en lugares como Ucrania y Venezuela, les quiero decir: estamos aquí».
Los cuatro mejores actores del año: Matthew McConaughey, Cate Blanchett, Lupita Nyong»»»»o y Jared Leto.
A buen ritmo, y bajo la aceitada batuta de DeGeneres, la velada fue alternando, premios, discursos emotivos, chistes y momentos musicales, entre los que se destacaron la interpretación de Karen O de una de las canciones nominadas, «The moon song», de la película Her , que con su piano y su voz se llevó ovaciones, el paso por el escenario de U2, que interpretó «Ordinary love», otro de los temas nominados, y el homenaje a Judy Garland y El Mago de Oz , de la mano de Pink que interpretó una maravillosa versión de «Somewhere over the rainbow» ante la mirada de nada más ni nada menos que la hija de Garland, la gran Liza Minnelli.
Los discursos de agradecimiento nos dieron varias perlitas: Darlene Love, una de las protagonistas del documental que se alzó con un Oscar, A 20 pasos de la fama, decidió agradecer el premio cantando .
Luego, cuando se entregó el galardón a la mejor película extranjera para La grande bellezza, el director, el italiano Paolo Sorrentino, mencionó a Diego Maradona entre los agradecimientos .
Es que Sorrentino es de Nápoles, y como todos los habitantes de esa ciudad fanáticos del fútbol, admira profundamente al crack argentino que llevó su magia a esa ciudad en los 80.
Otro de los momentos más esperados de la noche llegó cuando Lupita Nyong’o se alzó con el premio a la mejor actriz de reparto por su trabajo en 12 años de esclavitud.
Era otro de los galardones que tenía su nombre tatuado desde que se conocieron las nominaciones, pero todavía había quien apostaba a que Jennifer Lawrence le quitara el puesto. Lupita fue una de las más miradas de la noche, porque además del Oscar se consagró como reina de estilo con un diseño de princesa by Prada que nadie pasó por alto.
Emocionadísima, la actriz -debutante en la pantalla grande- se tomó su tiempo para agradecer a todos los que la apoyaron en su carrera y dejó que se le escaparan algunos sollozos de felicidad ante una platea que la miraba extasiada.
El beneplácito a ese premio era unánime. «Gracias a la Academia por este increíble reconocimiento. No se me escapa por un minuto que toda esta alegría de mi vida es por alguien que sufrió mucho.
Quiero agradecer a mi familia por su entrenamiento, a la escuela de drama, a mis amigos, a mi hermano Junior, eres mi mejor amigo», dijo.
Cuando comenzaron a darse a conocer los premios a los rubros técnicos, Gravedad se impuso como ninguna otra de las candidatas y todo hacía pensar que se alzaría con el máximo galardón: obtuvo los premios a mejor edición de sonido, mejor mezcla de sonido, mejores efectos visuales, mejor fotografía, mejor edición, mejor banda sonora y el que parecía darle el pase definitivo a la estatuilla más codiciada, a mejor director para Alfonso Cuarón.
El director mexicano fue muy preciso en los agradecimientos. Se refirió a Sandra Bullock, protagonista del film como «el alma de la película y la persona más colaboradora» con la que trabajó, a George Clooney, que no estaba presente, le agradeció por su confianza, mencionó a su colega, el mexicano Alejandro González Iñárritu y finalmente, a su madre, en español y ya profundamente conmovido: «Gracias a ti mamá que si por algo estoy aquí es por tí. Te amo».
La noche iba llegando a su fin cuando se supo que los grandes favoritos, Cate Blanchett y Matthew McConaughey, se llevaban los premios a mejores actores por sus papeles en Blue Jasmine y Dallas Buyers Club , respectivamente. Blanchett fue muy generosa al reconocer en su discurso a cada una de las actrices que compartían la categoría con ella y destacó especialmente el trabajo de Amy Adams: «Este premio es muy significativo es un año de maravillosas actuaciones. Amy Adams, me gusta todo lo que hacés, tu actuación en Escándalo americano me voló la cabeza».
McConaughey fue muy emotivo: «Primero quiero agradecerle a Dios porque es quien me inspira. Es un hecho científico que la gratitud se corresponde.
Segundo, a mi familia, que me inspira. A mi padre que sé que está allá arriba. Tu me enseñaste lo que es ser un hombre. A mi madre, que me enseñó a mí y a mi hermano a respetarnos. A mi esposa y a mis hijos, que son las personas que yo quiero que se enorgullezcan de mí».
Brad Pitt y Steve McQueen con los premios a 12 años de esclavitud.
Will Smith hizo su entrada en escena para presentar lo que sería la gran sorpresa de la noche. Todos esperaban que dijera Gravedad para anunciar a la mejor película del año -siete estatuillas, entre ellas mejor director parecían garantizarle el galardón-.
Pero el actor de Hombres de Negro leyó clara y pausadamente: 12 años de esclavitud. La película de Steve McQueen basada en la historia de Solomon Northup, un hombre libre de raza negra que fue esclavizado injustamente en los tiempos en que Estados Unidos todavía debatía abolir la esclavitud, si bien tenía muchas nominaciones -9 en total-, sólo se había alzado con dos estatuillas hasta ese momento de la noche: el premio a Lupita Nyong’o y el de mejor guión adaptado. Brad Pitt, productor y actor secundario de la película, recibió el premio y le dio paso al director para que agradezca en lo que fue el cierre de la gran fiesta del cine internacional..
Fuente: La Nación
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