Sigue la pulseada con el Gobierno por el precio de los autos
La Nación pidió a las terminales una reducción de 10%. Las concesionarias ya dijeron que no. Inminente acuerdo con Brasil.
Mientras se acentúa cada vez más la crisis automotriz en el país, con masivas suspensiones, continúa la pulseada entre el Gobierno y las automotrices para bajar el precio de los automóviles.
«El precio de los autos no va a bajar” respondió la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) al pedido que reiteró el jueves el Gobierno para que las automotrices bajen 10 por ciento el valor de los automóviles.
En diálogo con Radio América, Rubén Beato, secretario de Acara, sostuvo: “El 60 por ciento de los autos que se patentaron en Argentina son de industria brasileña, es decir que el precio lo tendría que bajar Brasil”.
El directivo dijo que “Argentina estando bien puede tener un mercado de 700 mil unidades” pero consideró que este año bajará un 20 por ciento.
Reconoció que el sector de autos de alta gama va a tener que “reducirse” y no descartó el cierre de algunas de esas concesionarias.
“Hay que reducir las empresas premium . El año pasado se vendieron 100 mil unidades de autos premium , esto lo produjo el retraso del dólar. Hay que achicar el promedio de importados”, agregó.
En tanto, desechó que sea una opción, tal como recomienda el Gobierno, sacar autos de bajo costo, al sostener que en Argentina “el auto económico nunca dio resultado, porque el auto pelado no lo compra nadie”.
El Gobierno volvió a reclamar el jueves a las automotrices que bajen entre 10 y 15 por ciento los precios de lista de los modelos que se producen en el país, como parte de un paquete de medidas que será lanzado la semana próxima para reactivar las ventas internas.
La intención de los ministros Axel Kicillof y Débora Giorgi– quienes se reunieron con representantes de cinco terminales automotrices– es aprovechar el impulso que daría una nueva prórroga del acuerdo automotor con Brasil.
Los ministros anunciarían el compromiso de las terminales de no despedir operarios –a cambio de respetarles el actual cronograma de suspensiones– y la rebaja de precio de algunos modelos, para atenuar la fuerte suba en los valores que se viene registrando desde la devaluación de enero. A cambio, el Gobierno propone algún tipo de subsidio para los créditos prendarios, que hoy rondan el 30 por ciento anual.
Lo que realmente tienta a las empresas automotrices, que hoy acumulan un fuerte déficit comercial con sus pares de Brasil, es la posibilidad de que el Gobierno envíe al Congreso un nuevo proyecto que en los hechos anule los impuestos internos que pesan sobre los vehículos de más de 170.000 pesos. Ese gravamen se aplica desde enero con la intención de restringir la venta de vehículos de lujo, pero ya está pegando sobre vehículos medianos fabricados en el país.
Las reuniones fueron por separado con cada empresa. Según trascendió, Giorgi les contó que el miércoles llegarán a Buenos Aires el ministro de la Producción brasileño, Mauro Borges, junto al Asesor para Asuntos Internacionales de Dilma Rousseff, Marco Aurelio García, para firmar la prórroga del acuerdo automotor.
Una de las bases de ese acuerdo sería el compromiso de las terminales brasileñas de incrementar sus compras a sus pares argentinas.
Fuente: La Voz
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