La relación entre Boudou y su abogado quedó cerca de la ruptura. El vicepresidente tuvo anteanoche una fuerte discusión con Diego Pirota; se agravaron así las diferencias que ya habían dejado en evidencia ambos por la estrategia de defensa
La relación entre Amado Boudou y su abogado defensor, Diego Pirota, entró desde ayer en una escalda de tensión que podría derivar en el alejamiento de quien está a cargo de la estrategia judicial del vicepresidente.
La razón que esgrimen fuentes con acceso a los protagonistas es la desconfianza que Boudou deja trascender sobre Pirota, que se agravó después de que se conociera la salida del abogado como defensor de otro de los acusados , nada menos que del amigo íntimo y socio comercial del vicepresidente, José María Núñez Carmona, de quien Boudou se despegó en la entrevista que dio al programa Palabras más palabras menos, del canal TN.
Anteanoche, el vice y su abogado protagonizaron una extensa y dura reunión en su despacho del Senado y ayer la tensión era inocultable. «Hay mucha bronca y desconfianza», describió una fuente oficial que incluso dejó abierta la puerta a un eventual cambio brusco de estrategia judicial.
En medio de un clima enrarecido por la declaración de Rafael Resnick Brenner, asesor de la AFIP que en su indagatoria ante el juez Ariel Lijo dejó en una situación de extrema debilidad a Boudou, en el despacho del vice no daban certezas de que Pirota pudiera seguir al frente de su defensa.
Lo curioso es que el abogado llegó a asesorar al vicepresidente por gestión del gobierno nacional como parte del estudio de Darío Richarte, que ya había defendido a otros funcionarios nacionales.
El factor determinante para la crujiente relación fue la nueva estrategia de Boudou de despegarse de su amigo Núñez Carmona, a quien le reprochó en público haberlo perjudicado. Soltarle la mano a Núñez Carmona había sido una primera idea de otro abogado del vicepresidente, Eduardo Durañona, un amigo en quien Boudou confía y que a pesar de que fue corrido de la formalidad de la estrategia siguió aconsejándolo.
La tensión con Pirota se había iniciado después de que la semana pasada, para reclamar que le adelantaran la indagatoria, Boudou presentó un escrito ante Lijo de fuerte contenido político en el que cuestionaba duramente al magistrado. Ese texto no fue firmado por la defensa de Boudou.
Entonces, el vicepresidente negaba cualquier tipo de disputa con su abogado, pero en las últimas horas trascendió que la situación llegó a un punto tal de desconfianza que la relación se resintió. El final aún es incierto.
El humor entre los hombres que acompañan a Boudou estaba ayer caldeado ante las novedades de la causa que deparó la indagatoria de Resnick Brener, quien dijo que Núñez Carmona se había reunido con él por el rescate de Ciccone en nombre del Ministerio de Economía, que entonces comandaba el hoy vice y que en aquel encuentro estaba el ex gabinete de asesores de Boudou, Guido Forcieri.
Anoche, el funcionario, que hoy sigue ocupando un cargo en el Banco Mundial en representación del país, emitió un comunicado en sintonía con el vice para negar la reunión.
Después de la admisión de Boudou de que Núñez Carmona lo perjudicó y que la relación entre ambos se había enfriado, en su entorno sostienen que hace un mes que dejaron de verse. Estrategia mediática o realidad, cuentan que antes frecuentaba todos los días el despacho del Senado y dejó de hacerlo, pero recién hace 30 días, cuando la causa comenzó a complicarse.
Fuente: La Nación
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