TIMERMAN TWITTEO SOBRE LIBIA. El canciller Héctor Timerman (foto) expresó ayer una postura crítica frente a los ataques a Libia realizados por una coalición internacional liderada por Estados Unidos con aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. «Finalizando el análisis de la acción militar sobre Libia. Primera conclusión: no se habían agotado los medios diplomáticos disponibles», escribió el canciller en la cuenta de Twitter, su canal de comunicación favorito.
Hasta ayer, el gobierno argentino no había emitido opinión sobre el bombardeo iniciado el sábado sobre la Libia de Muammar Khadafi, a quien la presidenta Cristina Kirchner visitó en Trípoli a fines de 2008. Ante la consulta de uno de sus seguidores en el Twitter, el canciller argentino subrayó también que Brasil es miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y que en la votación sobre Libia se abstuvo, al igual que India y Alemania. Incluso, la presidenta Dilma Rousseff y el presidente Barack Obama mostraron sus diferencias sobre este punto en la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron en Brasilia.
Timerman, en otra de sus intervenciones en la red social, añadió que «la ONU había enviado un delegado a investigar las condiciones en Libia. El Consejo de Seguridad no esperó el informe para decidir sus acciones».
En su posición histórica, Argentina se opone a que los cinco países con banca permanente en el Consejo de Seguridad mantengan su poder de veto sobre las decisiones que toma el organismo y además integra el grupo de países que impulsan que el Consejo se amplíe a otras naciones con bancas rotativas. En sus intervenciones en los distintos foros internacionales, la Presidenta es insistente en cuanto a la necesidad de que los organismos multilaterales se modifiquen y tengan en cuenta la nueva relación de fuerzas en el mundo, dejando atrás el esquema emergente de la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido, este ataque resuelto más que nada entre Estados Unidos y sus aliados europeos como Gran Bretaña y Francia, responde a una decisión tomada a la vieja usanza, consensuada entre los países más poderosos.
Por otro lado, en el marco de la política de intensificar las relaciones sur-sur, el gobierno argentino buscó acercar posiciones con los países árabes. La Presidenta hizo en 2008 un viaje al Magreb que incluyó a Libia.
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