La jubilación mínima, congelada un año. La Provincia no actualiza el haber básico jubilatorio desde julio de 2013, cuando lo llevó a $ 2.500. Hay 2.505 pasivos que cobran por debajo de esa cifra. En la otra punta, más de 3.800 pasivos perciben, en promedio, casi $ 32.500. La mínima nacional, en $ 2.757.
te mes se cumple un año de la última vez que la Provincia actualizó el haber mínimo previsional que la Caja de Jubilaciones de Córdoba paga a sus beneficiarios.
Ese básico, fijado en 2.500 pesos a través del decreto 785, del 1 de junio de 2013, ha permanecido “congelado” en el último año, y por ahora no hay señales de aumentarlo.
De todos modos, fuentes oficiales no descartaron que se produzca algún movimiento cerca de septiembre, cuando se dispare la actualización semestral de las jubilaciones que paga la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
En marzo pasado, el haber jubilatorio mínimo nacional pasó de 2.477 a 2.757 pesos, por lo que superó el piso de la Caja provincial. Y se especula que en septiembre quedará por encima de los tres mil pesos.
Por lo tanto, para arrimarse a ese futuro umbral, la Provincia debería aplicar, por lo menos, un alza de 20 por ciento en la jubilación mínima.
A junio pasado, había 81 beneficiarios (61 jubilados y 20 pensionados) que cobraban 1.500 pesos o menos. Otros 2.434 (1.093 jubilados y 1.331 pensionados) percibían por debajo de 2.500 pesos.
Eso significa que, en la actualidad, hay 2.505 beneficiarios que cobran 2.500 pesos o menos. Además, el haber mínimo es la referencia que se toma para el pago de pensiones no previsionales.
En ese grupo, ingresan los excombatientes de Malvinas, ex presos políticos, artistas que perciben una gratificación mensual (equivale a 3,5 jubilaciones mínimas) y personas incluidas en el régimen al mérito deportivo.
Contraste
Si bien la Caja de Jubilaciones eroga un haber promedio de 9.990 pesos, hay 52.855 pasivos que cobran menos de nueve mil pesos mensuales (56,3 por ciento). El tramo más numeroso (21.774 beneficiarios) va de cinco mil a siete mil pesos.
En ese universo están las 2.505 personas con haberes por debajo de 2.500 pesos. El contraste más fuerte se produce con las 3.841 que cobran, en promedio, 32.429 pesos.
Entre una y otra punta, hay una brecha de casi 1.200 por ciento. Dicho de otra forma, el grupo con haberes más altos percibe casi 12 veces más que los pasivos con los beneficios más bajos.
La propia Caja da cuenta, en su Informe Anual 2013, de la inequidad en la distribución de haberes. Al cierre del año pasado, el haber medio del 20 por ciento de los beneficiarios que más ganaban superaba los 18 mil pesos por mes.
“En contraste, el haber promedio del 20 por ciento de los beneficiarios que menos cobran era de 3.400 pesos”.
Ese fenómeno se da en el marco de la heterogénea situación socioeconómica de los pasivos que viven en la provincia. Por un lado, hay 70 mil adultos mayores sin cobertura, de los cuales casi ocho mil forman parte de hogares que sufren condiciones de pobreza y hasta indigencia.
En tanto, de los pasivos con cobertura previsional, el seis por ciento integra familias con necesidades insatisfechas.
El último dato del indicador de carencias del Ministerio de Desarrollo Social estableció que el umbral para un hogar es de 4.129 pesos mensuales (equivale a la línea de pobreza), mientras que el índice de carencia severa (indigencia) es de 1.784 pesos.
Si bien hace un año que la jubilación mínima provincial no se toca, en rigor hay pasivos que vienen cobrando prácticamente lo mismo hace prácticamente dos años.
Es que en agosto de 2012, mediante el decreto 870, la Provincia reglamentó un artículo de la ley 10.078 (la que dispuso el diferimiento de 180 días en los aumentos de haberes) y aplicó un complemento.
Fuente: La Voz
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