La presidenta de Abuelas lo buscó por 35 años y en el camino identificó a más de cien hijos de víctimas de la represión militar.
Este martes se conoció que las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron al nieto de Estela de Carlotto, hijo de Laura, quien fue secuestrada en noviembre de 1977 por la dictadura militar cuando cursaba el tercer mes de embarazo.
«Encontramos a mi sobrino», aseguró Guido ‘Kibbo’ Carlotto -hijo menor de Estela- en declaraciones a TN. El muchacho se presentó voluntariamente a un análisis de sangre, según contó, porque sospechaba de su identidad.
Se trata del hijo de Laura, la hija desaparecida de la titular de Abuelas, quien dio a luz cuando estaba en cautiverio durante la última dictadura militar. El joven, que nació el 26 de junio de 1978 en el centro clandestino de detención «La Cancha», tiene 36 años, está casado, vive en Olavarría y es músico.
Se espera que Estela brinde una conferencia de prensa para anunciar oficialmente el hallazgo del nieto 111, su nieto
La historia
Laura Estela Carlotto, hija de Estela, era estudiante de Historia de la Universidad Nacional de La Plata, pertenecía a la Juventud Universitaria Peronista, al igual que sus hermanos Claudia y Guido Miguel. El 5 de agosto de 1977 las fuerzas armadas secuestraron al esposo de Estela, Guido Carlotto, que fue liberado luego del pago de 40 millones de pesos (equivalentes a 30.000 dólares de esa época), luego de haber sido torturado.
A finales de noviembre de 1977 fue secuestrada su hija Laura, embarazada de tres meses. Fue mantenida con vida en el centro clandestino de detención La Cacha, en la ciudad de La Plata, hasta el parto, producido en el Hospital Militar de Buenos Aires el 26 de junio de 1978.
Carlotto hizo gestiones para la liberación de su hija, llegando a entrevistarse con el general Reynaldo Bignone, que le quitó toda esperanza de que su hija fuera a permanecer con vida. En abril de 1978 una compañera de cautiverio de su hija, que había sido liberada, le comunicó que su hija permanecía con vida y que se encontraba embarazada.
«Laura nos mandaba a decir que le daban de comer un poquito mejor y que el bebé iba a nacer en junio de ese año, y que si era varón lo iba a llamar Guido, como su papá. Y que yo lo buscara en la Casa Cuna», contó Carlotto.
Poco después, en abril de 1978, Estela de Carlotto comenzó a participar en las actividades de las Abuelas de Plaza de Mayo.El 25 de agosto de ese año fue convocada por los militares y le fue entregado el cadáver de su hija.
«La enterramos el 27 de agosto en La Plata. Y el 30 de agosto me jubilé, con una hija asesinada y un nieto que no sabía si existía o no. Me enojé con Dios, me enojé con Jesucristo… Yo había rezado tanto, había hecho promesas… Pero me duró poco el enojo, porque me dije que no es Dios, son los hombres los que hacen estas cosas, no Dios… A pesar de todo mi fe está enterita. Será porque no tengo rencor, no tengo sentimientos que me envenenan», contó en una entrevista.
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